El presidente de Boca, Daniel Angelici, recogió el guante. Tras el desafiante gesto de Juan Román Riquelme tras convertir el primer gol en el triunfo por 3-0 frente a Godoy Cruz, el mandamás xeneize volvió a poner en duda la renovación del contrato del capitán, que vence a fin de temporada, en junio. Porque afirmó que si la dirigencia entiende que no tiene que seguir se tomará esa decisión, o la que sea para el bien del club.
"Si entendemos que Riquelme no tiene que seguir o no nos ponemos de acuerdo en lo económico tomaremos la mejor decisión para el club", manifestó Angelici.
"Voy a escuchar a los directivos, al cuerpo técnico y después iremos a la negociación económica. Son múltiples factores. Desde el año pasado tomamos la decisión de terminar el campeonato porque después tenemos los dos meses de receso donde tendremos tiempo para pensarlo bien", agregó el titular xeneize.
También señaló que Riquelme "es un jugador distinto" y que "tendrá trato de ídolo" en la negociación, pero advirtió que el club "está por encima de todos los nombres".
El disparador de las declaraciones del presidente fue el hecho de que Riquelme festejó haciendo el "Topo Gigio", en un gesto que se interpretó como un mensaje para quienes dudan sobre su permanencia.
Consultado por los últimos rendimientos del 10, Angelici analizó: "Contra River (1-2) hizo un gran partido y un gol único. Ante Godoy Cruz jugó un buen primer tiempo. A veces, uno lo mira como hincha y parecería que, como todo el equipo, en los segundos tiempos se cae".
"Cuando está en la cancha y está bien es un jugador que hace diferencia y ordena al equipo", añadió con una crítica suspicaz hacia su estado físico.
Por último, el presidente admitió que no imagina al enganche de 36 años "con otra camiseta" que no sea la de Boca, aunque le reconoció el "derecho a jugar donde quiera" si finaliza la relación laboral con la entidad xeneize.