Athletic de Bilbao, con Marcelo Bielsa como entrenador, avanzó ayer a la final de la Copa del Rey, tras vapulear a Mirandés, de tercera categoría, por 6 a 2 en el cotejo desquite de una de las semifinales celebrada en el estadio San Mamés.
Athletic de Bilbao, con Marcelo Bielsa como entrenador, avanzó ayer a la final de la Copa del Rey, tras vapulear a Mirandés, de tercera categoría, por 6 a 2 en el cotejo desquite de una de las semifinales celebrada en el estadio San Mamés.
De esta manera, el conjunto de Bilbao arriba a una instancia definitoria del centenario trofeo, luego de tres años, ya que había perdido por 4-1 ante Barcelona, en la final 2008-2009, jugado en la ciudad de Valencia.
Con este resultado, Athletic se impuso en el marcador global por un contundente 8-3, pues en la ida había ganado como visitante por 2-1, en Miranda del Ebro.
El conjunto de Bielsa no le dio opciones al modesto elenco del ascenso español y al promediar la primera parte, ya ganaba por tres goles, con las anotaciones de Muniain, Susaeta y Aurtenetxe.
El equipo vasco tuvo un muy buen funcionamiento en esa etapa y pudo hacer alguno más antes del descanso. Mirandés mantuvo su juego con orgullo y aunque casi no pudo tener el balón, nunca resignó su estilo.
En la segunda parte, Mirandés consiguió el primer descuento por intermedio de Aitor Blanco, pero Fernando Llorente, el goleador del conjunto vasco, anotó por duplicado y ensanchó la diferencia.
El citado Aitor Blanco volvió a achicar cifras, mientras que una desafortunada intervención de César Caneda en contra de su valla decoró el marcador final.
Después sonó el silbato final de Alberto Undiano Mallenco y todo San Mamés ovacionó a los suyos y a los los jugadores de Mirandés, en reconocimiento a la bueña campaña cumplida por el equipo del ascenso en la competencia.
Athletic de Bilbao ganó la Copa por última vez en 1984, cuando superó a Barcelonapor 1-0, en los tiempos de César Menotti y Diego Maradona en el equipo catalán. Una final que se jugó en Madrid y que terminó en una verdadera batalla campal.