Con el gesto adusto y el rostro ensombrecido entre las manos, Lucas Bernardi dejó el campo de juego del Monumental cuando apenas iban 30 minutos de partidos tras sentir una molestia muscular.
Con el gesto adusto y el rostro ensombrecido entre las manos, Lucas Bernardi dejó el campo de juego del Monumental cuando apenas iban 30 minutos de partidos tras sentir una molestia muscular.
Sentado en el carrito que traslada a los jugadores lesionados, el capitán de las mil batallas rojinegras demudaba su semblante tratando de escudriñar el futuro.
Es que la lesión en los músculos posteriores de la pierna izquierda que lo dejó sentado en el césped del estadio millonario seguramente lo privará de vivir la gran fiesta de su ciudad. No lo dejará ser protagonista una vez más del gran clásico rosarino.
Con sólo cuatro días por delante, y sin que haya aún parte médico que entregue un poco más de claridad sobre la gravedad de la lesión, Bernardi supo interiormente, mientras se retiraba de la cancha, que la carrera contra el reloj se avecina desigual.
El primer diagnóstico de Lucas es una sobrecarga muscular, aunque en las próximas horas le realizarán una ecografía para tener más certezas sobre la molestia.
Bernardi fue reemplazado por Ever Banega, a los 30 minutos, cuando Newell's intentaba revertir el 1 a 0 de River que había marcado Carbonero.