Lucas Bernardi es el capitán del Newell’s campeón. Su figura resume el empuje, el corazón y el núcleo intelectual del equipo que comanda Martino y que elogia el país entero. Más allá de su gran aporte futbolístico, el volante representa también una historia de lucha enmarcada en este ciclo. Que supo soportar tiempos de malos resultados, amenazas y un caso de dóping que puso a prueba su resistencia. Un examen de valor que superó con entereza. “La verdad es que me pasaron muchas cosas en lo personal en los últimos cuatro años y medio. Y en esos momentos me aferré a mis sentimientos. A mi familia, a mis viejos y a mis amigos. Siempre pensé que la única manera de poder cambiar las cosas era desde adentro. Me quedé y ahora disfruto de una felicidad enorme con este campeonato”, le comentó el mediocampista a Ovación.
Bernardi fue el primero que se atrevió a volver al Parque, cuando todo era ruidos y ruinas. “Fue una cuestión histórica y de edad. Sentí que era mi momento de regresar. Yo volví para dar una mano cuando el club estaba saliendo de una etapa muy complicada. Quería volver porque era mi sueño. Tuvimos un arranque importante con Sensini y después aparecieron algunas complicaciones, por suerte cuando llegó el Tata fue un proceso de tranquilidad, nuevas motivaciones y llegamos a este momento fantástico”, repasó Lucas.
—Me aferré sobre todo a mi familia. A pesar de que ellos me decían que no siga, para protegerme, yo quise seguir. Siempre pensé que la única manera de poder cambiar las cosas era desde adentro. Ma aferré a mis sentimientos y el arribo del Tata fue fundamental para tomar más confianza.
—¿Lo más duro para superar fue el caso de doping?
—Fue una complicación inesperada. Otra piedra en el camino que por suerte puede superar. Fue algo muy difícil, que costó mucho superar. Fue una espera tensa, sobre todo pensando en que fue un error. Por suerte sentí el respeto de todos los personajes del fútbol y siempre lo agradecí. Por eso ahora disfruto muchísimo de este logro.
—¿Qué imágenes te quedan?
—Sentimentalmente es algo muy importante este título con Newell's. Algo que nos acompañará toda la vida. Este equipo marcó a muchos de los jugadores por diferentes motivos. A mí me pasaron muchas cosas en este club. Es un momento de mucha felicidad porque pasé momentos muy difíciles.
—¿Qué representa Martino en todo este fenómeno?
—De chico era mi ídolo. Y yo me quedé en el club porque vino él. Significa mucho para mí. Creo que hemos pasado cosas parecidas como jugadores, de las buenas y de las malas, y eso nos emparenta. Es un gran halago integrar un plantel con el Tata como conductor.
—¿Tenés pensado tu futuro?
—Estoy pensando. Quiero jugar por lo menos hasta diciembre, seis meses más, y disfrutar esto que logramos y que tanto costó. ¿Cómo me voy a retirar ahora?
Tenemos muchas ganas de ir por más
Desde su rol de estratega y referente futbolístico leproso, Bernardi analizó las principales virtudes del conjunto que obtuvo el torneo Final. “Newell’s respeta una idea de juego, que hasta nuestros colegas nos reconocen. Esto que logramos es algo muy difícil en el fútbol argentino”, apuntó el experimentado capitán rojinegro. “Este equipo juega de una manera y trata de mantenerla siempre. Nunca se traiciona”, destacó.
—¿Qué significa la chance abierta de la Libertadores?
—La Copa es una obsesión, una debilidad. Es un objetivo que está ahí y que depende de nosotros. El equipo está jugando bien y tenemos muchas ganas de ir por más.