"Bienvenido a la casa de Dios", mostraron los hinchas napolitanos antes de empezar el partido, en una bandera con la imagen de Diego Maradona. Era la oportunidad ideal para que Lionel Messi diera una muestra de sus habituales pinceladas mágicas y se ganara a los hinchas locales, en la primera vez que pisaba ese césped. No fue así, el rosarino apenas se hizo notar en el estadio San Paolo, pero al menos Barcelona pudo recuperarse y rescató un empate 1 a 1 en su visita a Napoli, por la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones.
Más allá de la expectativa por la presencia de Messi en el "templo" de Maradona, el trámite del juego fue bastante chato y parejo.
El equipo napolitano abrió el marcador a los 29 minutos del primer tiempo, con un golazo de Dries Mertens. El belga se convirtió en el máximo goleador histórico del Napoli al igualar al eslovaco Marek Hamsik con 121 tantos.
Gracias al buen planteo defensivo de los dirigidos por Gennaro Gattuso, Napoli se fue 1 a 0 en ventaja al entretiempo.
Mertens tuvo que salir a los 8 minutos del complemento por un patadón de Sergio Busquets. Barcelona buscó más en la segunda mitad y encontró el empate a los 12 minutos del complemento, mediante un remate del francés Antoine Griezmann desde el centro del área, con asistencia de Nélson Semedo.
Messi —amonestado por chocar fuerte con el arquero colombiano Ospina— estuvo lejos del nivel del sábado, cuando le hizo cuatro goles a Eibar por la Liga de España y llevó al Barça a la punta del torneo (por la derrota del Real Madrid).
Sin embargo, su equipo tendrá revancha contra Napoli en el Camp Nou, en la vuelta. No estarán Busquets, por acumulación de amonestaciones, ni Arturo Vidal, hoy expulsado. Además Piqué salió lesionado y deberá esperarse su evolución.
Mientras tanto, este domingo habrá clásico Real-Barcelona en el Bernabéu de Madrid por la Liga.