Banfield tomó aire hundió a Gimnasia y ayudó a Central

En la balanza de las necesidades, Banfield se sacó un peso de encima. Porque revirtió el marcador a tiempo y terminó quitándose de encima unos kilos de presión en la lucha por evitar caer en la promoción. De hecho, dejó al cada vez más comprometido Gimnasia La Plata en una incómoda posición, fruto del 3 a 1 que supo conseguir anoche en el sur bonaerense, por la 11ª fecha del Clausura. Central, agradecido con el Taladro.

Banfield y Gimnasia tienen un objetivo común: mantener la categoría. Aunque con el triunfo de ayer, los del sur, además de haber logrado el primer triunfo en la era Falcioni, tienen bastante más aire (reúnen 130 puntos en la acumulada) y por ahora están fuera de la zona más caliente, pero no pueden descuidarse. En tanto el Lobo lleva siete juegos sin victorias y sigue preso en la promoción (117 unidades).

La noche le puso un manto de ilusión al Lobo. Diego Villar inauguró el marcador a los ocho minutos, pero la alegría duró poco. Porque a los 15’, un zapatazo de Sebastián Fernández empardó las acciones. Antes de que bajara el telón del primer acto, el ex Newell’s tuvo que irse por una lesión en su rodilla derecha.

Pero los contratiempos volvieron a decir presente en el Lobo en el inicio del complemento con la expulsión de Rinaudo. Fue entonces que el Taladro comenzó a sacar rédito de esa compleja situación ajena. Porque Santiago Silva, cumpliendo con la ley del ex, no tuvo empacho para festejar el 2 a 1 con su gente sureña luego de su disparo letal.

Gimnasia no hacía pie. Se presagiaba un triste final. De hecho, cuando el epílogo estaba en puerta no sorprendió cuando el uruguayo reapareció en escena para decretar con una media tijera el 3 a 1. En definitiva, para Banfield terminó siendo una noche de sonrisas. De goles, al fin después de dos partidos, y también de triunfo.

Mientras que para el Lobo fue una noche de espantos. De ésas en las que una desgracia trae otra. Hasta hundirse otra vez en la máxima preocupación. El Taladro se despegó un poco más de la zona caliente. Y el Tripero se hundió un poco más en la promoción. Central, agradecido, por cierto, con esta mano que le tendió el Taladro.