Habla con marcada madurez pese a su juveniles 20 años. La noche del domingo último quedará grabada a fuego en su interior. No sólo debutó con aplomo en la primera de Central contra Lanús. También fue el autor material del penal que terminó decretando el 8 a 7 para que el canalla se quedara con la copa amistosa que jugaron ante el granate en cancha de Colón. "Sí, no voy a negar que viví algo espectacular. Pero sinceramente aún no caigo de que entreno con la primera, de verdad lo digo", tiró Andrés Lioi mientras se prestaba al ping-pong que le propuso Ovación el día después de su gran estreno. "Es que recién llevo casi dos semanas de trabajo junto a grandes jugadores que vengo siguiendo con cierta admiración desde las inferiores", remarcó el volante, quien dejó sentado tener los pies bien firmes sobre la tierra. "Esto recién empieza. Me falta mucho todavía", enfatizó a modo de autocrítica.
¿Pasó la euforia?
Más que euforia, pasó el momento maravilloso que me tocó vivir anoche (por el domingo). Es que recién caí cuando estábamos volviendo en el micro. Me llegaban muchos mensajes de amigos y familiares. Era como que no esperaba tanto.
Pero es normal porque debutaste en la primera.
Sí, fue algo espectacular desde lo personal. Pero sé a la vez que era un amistoso. No sé, no quiero hacer de esto una bola porque no quiero quedar como algo que no soy. Valoro muchísimo la oportunidad que me dio el cuerpo técnico y la confianza de mis compañeros. Aunque recién arranco con ellos y me di cuenta que me falta mejorar porque nada que ver el ritmo de la primera con el de la reserva. Soy un chico que vivió una noche impresionante, lo que siempre quise. Sin embargo, tengo que trabajar más para seguir en la consideración de Leo (Fernández).
¿La orden de patear el penal te la dio el entrenador?
No, porque la tanda se hizo larguísima y quedábamos pocos para patear. Incluso estábamos con el zurdo (López Pissano) y le preguntamos a los más grandes a quién le tocaba. Era él o yo, ja. Fue ahí donde agarré coraje y dije voy ahora. Por suerte entró.
¿Te dijeron algo los más grandes del plantel?
Sí, me felicitaron todos. En ese sentido los que subimos a la primera ahora no nos podemos quejar porque desde que empezamos a trabajar con el grupo, que fue el primer día de pretemporada, no hacen más que bancarnos. Se nota que el grupo es muy unido desde hace rato. Te hacen sentir como uno más.
¿Y qué te dejó en sí el debut?
Una experiencia difícil de transmitir. Además, poder compartir cancha con estos jugadores que son emblemas del club, sobre todo para los que venimos de las inferiores, fue algo gratificante.
¿Te pusiste nervioso cuando te dijeron que ibas a concentrar?
No, pero sí fue como una sensación extraña. Era como que por dentro lo venía deseando. Sobre todo por lo que vengo haciendo en cada práctica desde hace mucho tiempo. Aunque sería un necio si no digo que en cierto punto me llamó la atención porque recién llevo casi dos semanas de trabajo junto al primer equipo.
¿Cuál fue la orden del entrenador cuando te mandó a la cancha?
Que estuviera antes que nada tranquilo y que hiciera lo que sé, que es encarar hacia adelante. Que disfrute además el momento. Me dio mucha calma de movida y me sentí bien una vez que toqué la primera pelota.
¿A Leo Fernández lo conocés
de Renato?
Sí, pero no llegó a dirigirme. Era el técnico de la octava y yo estaba en novena. Luego nos vimos en la ciudad deportiva y recién me tuvo en sexta. Más tarde en cuarta, reserva y ahora me subió a primera.
¿Y qué le podés aportar al equipo?
Soy un volante rápido que tiene la particularidad de que le gusta encarar y mandar centros a los delanteros para que resuelvan las jugadas. Trato de ser preciso sobre todo.
¿A eso hay que sumarle que podés jugar en cualquier puesto
del mediocampo?
Sí, es otra de las cosas que tengo. Me siento muy cómodo en cualquiera de las dos bandas, pero también conozco la posición de volante interno. Con tal de jugar lo hago donde sea, ja. Y soy derecho, pero trato de utilizar la izquierda porque lo veo como algo productivo en ciertas circunstancias del juego.
¿Sacaste conclusiones de lo que
es jugar en primera?
Sí, y es algo que de afuera se puede ver una cosa, pero por dentro es otra.
¿Cómo sería eso?
Y, se juega a un ritmo impresionante. A eso le sumo que debo manejar más los tiempos porque por momentos paraba la pelota pero me demoraba. O la jugaba rápido cuando tenía tiempo para pensar un instante más. Son cosas que uno debería ir aceitando con minutos.
¿Entonces cómo continúa
esta historia?
Como hasta ahora. Dejando todo en cada práctica y manteniendo la cabeza puesta en un objetivo claro. Tratando de aprender del cuerpo técnico y los jugadores. Saber que todavía tengo que adquirir muchos conocimientos. Quiero tener más chances, pese a la gran noche que me tocó vivir y disfrutar en cancha de Colón. Pero esto recién es el inicio. Eso lo tengo muy en claro. Para jugar en la primera de Central hay que demostrar día a día. Ojalá tenga más oportunidades y sepa aprovecharlas, por cierto.