Atlético Tucumán, esta vez menos ingenuo en defensa y nuevamente filoso del medio hacia
arriba, se anotó esta tarde merecidamente su primera victoria en el Apertura, aunque tal
vez por una diferencia exagerada, al superar en Parque de los Patricios por 2-0 a un Huracán que
extraña demasiado a sus figuras que emigraron y perdió su tercer partido consecutivo.
Los tucumanos, que fueron superiores en la segunda etapa cuando prevalecieron por ambas
bandas con el ex Boca Juniors David Drocco por la derecha y Sebastian Longo por la
izquierda, desequilibraron con goles de Juan Pablo Pereyra y del ex Huracán y Gimnasia
de Jujuy, Pablo Calandria.
La visita fue de menos a más en el primer tiempo. Dominados en los diez minutos iniciales,
rechazaron sin miramientos, para no incurrir en los errores defensivos que les costaron las
derrotas ante San Lorenzo e Independiente. Luego equilibraron y desde la media hora
pasaron a prevalecer.
Huracán, también extrañando a Mario Bolatti (convocado a la selección) se manejaba con el
tandem de los Díaz, Leandro, como pivote en el centro, y Rodrigo, volcado un poco más hacia
adelante y a la izquierda. Los tucumanos abrían mejor la cancha y trataban de llegar
con más gente en ataque, pero ni unos ni otros conseguían pesar en los metros
finales.
A los 14, los dirigidos por Héctor Rivoira estuvieron cerca de abrir el marcador en una
secuencia tipo blooper, cuando tras un córner desde la izquierda, el zaguero Filipetto se
llevó el balón por delante y lo rechazó apenas por encima del travesaño.
Poco después, tras un córner desde la derecha, Pereyra ganó en el área de cabeza pero el
arquero local respondió bien. Huracán también dispuso de una de Rodrigo Díaz tras un corner
desde la derecha.
El último tramo de ese parcial fue de Atlético, con la apertura de Drocco por la derecha y
con el “Pulga” Rodríguez moviéndose con peligro en los últimos metros.
La más clara la tuvo la visita, con desborde de Drocco, pase al medio y remate franco de
Erroz que el arquero Monzón pudo arañar para mandar al córner por encima del horizontal.
Creció el medio tucumano en el arranque del segundo tiempo. Musto apretó a Toranzo y
comenzó a crecer Longo en el traslado, después de una primera mitad sin luces. A los 7, en la
situación más clara hasta ese momento, Rodríguez quedó mano a mano con Monzón, pero
ganó el arquero. La situación se repitió a los 14, el delantero trató de levantarla por
encima del arquero, pero éste volvió a ganar.
Pero la tercera fue la vencida. El recuperado Longo maniobró contra la raya izquierda, se
sacó la marca y envió un centro que Pereyra conectó cruzado de cabeza para poner el 1-0.
Se le simplificaron las cosas al Atlético después de ponerse en ventaja, más aun después
de la salida por lesión de Rodrigo Díaz, que venía pisando con dificultad desde el primer
tiempo.
La visita encontró espacios, abrió aun más la cancha e hizo pesar a sus individualidades
más inspiradas, como Drocco, Godoy, Pereyra y Rodríguez.
Fue justamente el reemplazante de éste último, Calandria, quien anotó el segundo gol a
los 35. Tras otro envío desde la izquierda, Pereyra vlvió a ganar de cabeza, esta vez para
bajarla para que el ex Gimnasia de Jujuy definiera y lo festejara con ganas, a pesar de
su lejano pasado “quemero”.