"Desgraciadamente no me sorprendió, porque es algo que está tapado y es un problema de la sociedad, como la droga y el alcohol. No es un tema del fútbol o del club Independiente, sino de la sociedad", afirmó.
Y agregó: "Cuando pasan estas cosas hay que rever todos los mecanismos de prevención. Esto nos puede pasar en casa, con cualquiera de nuestros hijos, que lo agarra alguien por Facebook".
"Yo trabajé muchos años en GEBA, donde cruzaba la avenida para tomar el colectivo 130 y estaba a la vista de todos. Hay redes que ponen a la gente en esa situación. Y esas redes pueden entrar en un lugar vulnerable como son las pensiones de los chicos", explicó.
La investigación empezó con la denuncia de un chico de 14 años, quien le confesó al jefe de departamento de psicólogos de la pensión de Independiente, Ariel Ruiz, que él y otros jóvenes eran obligados a prostituirse por un futbolista de las inferiores del club.
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Una de las víctimas explicó que el acusado de prostituir a los chicos los llevaba por la tarde desde Villa Domínico a un departamento de Palermo, donde mantenían relaciones sexuales contra su voluntad con hombres mayores a cambio de dinero.
Por el caso hay dos detenidos. Uno de ellos es el árbitro Martín Bustos, señalado como integrante de la red que captaba chicos del club. El otro es su abogado, acusado de destruir un celular clave para la investigación, por lo que está imputado por "encubrimiento agravado".