Argentina logró una medalla menos que en Beijing, pero sumó más diplomas

Por varios aspectos, la delegación paralímpica argentina cumplió en Londres con una actuación superadora respecto a Beijing 2008. El crecimiento, lento pero sostenido, que se evidenció en los Juegos convencionales también vale para los representantes con capacidades diferentes. Más allá de las medallas.

A juzgar por los resultados en preseas, la delegación argentina retrocedió en esta última competencia: en China cosechó 6 (una de plata y 5 de bronce) y se ubicó 58ª en el medallero. En Londres no pudo repetir esa suma: consiguió 5 (una de plata y 4 de bronce) y cayó al 62º lugar del escalafón.

Pero lo que aún no se evidencia sale de la propia boca de los deportistas, quienes destacan los aportes implementados desde el Ente Nacional de Alto Rendimiento (Enard) y la Secretaría de Deportes de la Nación: en los últimos dos años no sólo salieron a buscar su clasificación a citas internacionales sino que participaron regularmente de aquellas competencias que les permitieron elevar su rendimiento. No es un dato menor que el Enard y la Secretaría hayan asumido el compromiso de ayudar con la misma intensidad tanto a los deportistas olímpicos como paralímpicos. Becas mensuales, viajes para entrenamientos y competencias, y cobertura médica garantizada son los puntos que resaltan los deportistas como indispensables para su tranquilidad. Río de Janeiro debería ser la estación donde ese aporte comience a rendir sus frutos. No es la panacea. Pero sirve.

Una muestra de que la curva de crecimiento ilusiona es que más allá de no haber podido igualar la producción en medallas de Beijing, en Londres, Argentina fue protagonista en varias disciplinas.

La delegación nacional creció en número de participantes respecto de los Paralímpicos anteriores. A China viajaron 42 deportistas para afrontar 8 disciplinas, mientras que a Londres fueron 58 para participar de 15 deportes. Una muestra sustancial de que la base de inclusión se amplió. La edición de los Paralímpicos que acaban de terminar tuvo por primera vez participación argentina en seis disciplinas.

Los diplomas (se otorgan del 4º al 8º lugar) son el dato más sobresaliente: en Beijing argentina consiguió 19 y en Londres subió a 23.

La materia pendiente de la delegación nacional sigue siendo la medalla de oro, esquiva desde hace 36 años. Aunque hay una certeza: si el crecimiento se sostiene, el oro queda más cerca.

Los méritos de los representantes rosarinos

La participación de los representantes rosarinos en los paralímpicos de Londres es positiva por donde se la mire, aunque principalmente lo es porque aumentó la representación respecto a Beijing: Anabel Moro, la nadadora disminuida visual que nació en Santo Grande pero que representa a Rosario, fue la única deportista de la ciudad que viajó a esa cita. Este año Moro también estuvo en Londres aunque la acompañaron otros dos rosarinos: Braian Vivot (Fútbol 7, parálisis cerebral) y Yanina Martínez (Atletismo, parálisis cerebral).

Con tres participaciones en Londres, Rosario igualó su representación de Atenas 2004 pero no alcanzó la de Sidney, donde llevó cinco. Precisamente de Australia llegó las últimas medallas para un rosarinas paralímpicas: María Rodríguez (Atletismo, parálisis cerebral) fue plata en disco y bala y Claudia Vignatti (Atletismo, parálisis cerebral) fue bronce en jabalina.

La rosarina que más medallas paralímpicas cosechó es Susana Olarte, con 9 preseas conseguidas en atletismo y básquet, en Tokio 1964, Tel Aviv 1968 y Seúl 1988.

En Londres, la joven Yanina Martínez estuvo muy cerca de subirse al podio. Fue tercera en la final de los 200 metros pero la descalificaron por obstruir a una rival cruzándose de andarivel. Martínez además cosechó un diploma en los 100 metros donde también marcó un nuevo récord nacional. En la prueba de 200 perdió, por la descalificación, lo que era un nuevo récord parapanamericano.

Otro diploma se trajo Anabel Moro, en sus cuartos Juegos Paralímpicos. La nadadora que entrena en Rosario Central y Náutico Avellaneda fue séptima en la final de los 100 pecho su especialidad, donde además rompió el récord parapanamericano de la especialidad por tercera vez en dos años.

Braian Vivot fue sexto con la selección, cumpliendo una actuación bárbara en el partido en el que Argentina de impuso a Gran Bretaña por 4 a 3, donde marcó 3 de los goles albicelestes.