Por lo hecho en la etapa inicial, Argentina ganó por primera vez en el 2008. Fue un
partido durísimo y el equipo del Coco entró en el juego charrúa pero ganó en el duelo de guapos y
violentos.
Argentina le ganó 2 a 1 a Uruguay el partido jugado en el Monumental por la 9ª fecha de las
eliminatorias sudamericanas para el Mundial 2010. Los goles fueron de Messi y Agüero, y descontó
Lugano. La labor del árbitro paraguayo Carlos Torres fue pésima.
Lo exiguo de la diferencia puede llamar a engaño, ya que los charrúas arrimaron peligro
recién en el final de la primera etapa. Antes había sido todo de Argentina, que arrancó ganando la
primera vez que pisó el acelerador, es más un poco obligada por un rebote. Lo cierto es que la
pelota le quedó a Riquelme casi en el vértice del área, Román la cruzó y Messi, que entraba por el
segundo palo, de cabeza al suelo establecía la apertura del marcador.
Siete minutos más tarde, el equipo del Coco ampliaba su ventaja, otra vez desborde por
izquierda (esta vez Tevez), centro pasado y Cambiasso entrando por la derecha la estampó contra el
palo, el rebote lo tomó Agüero y de volea la mandó a la red.
Uruguay sintió el impacto y los albicelestes pudieron marcar más goles porque la defensa
charrúa era un canto al desconcierto, pero Argentina reguló el trámite, lateralizó y el equipo de
Tabárez,con garra y pierna fuerte, emparejó. Hasta que llegó el gol impensado, a los 39, cuando
durmió la defensa argentina y permitió la llegada de Suárez por derecha, el centro al corazón del
área y el toque goleador de Lugano.
Y Ururguay se animó y provocó un poco de zozobra en el fondo argentino. El final de la etapa
llegó con muchos roces y el resultado abierto.
En el segundo tiempo todo se desvirtuó. Uruguay siguió con su receta de ensuciar el partido.
Mucha pìerna fuerte, muchos agarrones y roces. Y Argentina entró en ese juego. No hubo casi
acciones de riesgo, fue un concierto de patadas y empujones, un combate de guapos y compadritos, un
festival de amarillas y recriminaciones.
De fútbol, los charrúas no propusieron casi nada y Carrizo no pasó sofocones. En el área de
enfrente, Tevez inquietó un par de veces y Cambiasso se lo perdió de forma increíble, pero nada
más.
Argentina ganó un partido durísimo y fue la primera vez en el año y se posiciona como escolta
del líder Paraguay en las eliminatorias sudamericanas. En el horizonte está Chile, en un partido
que deberá afrontar con varias bajas.