No es a lo que el tenis está acostumbrado, al menos en los últimos años, pero es lo que toca. Esta vez no habrá final en el medio ni ninguna otra instancia que alimente una gran ilusión. Claro que ello no hace que la serie ante Israel no sea importante. Es que lo que estará en juego a partir de hoy será nada menos que la permanencia del equipo argentino en el Grupo Mundial de Copa Davis. Es el escenario que planteó aquella derrota de febrero, en Mar del Plata, por 3 a 1 frente a Italia, por la primera ronda. El correntino Leonardo Mayer (25º en el ranking) será el encargado de abrir el juego, con la particularidad que lo hará ante un verdadero desconocido para el mundo profesional del tenis como lo es el juvenil Bar Botzer (776º). La serie se jugará en la sede neutral de Sunrise, Florida, Estados Unidos. Allí se trasladó por el conflicto bélico en la Franja de Gaza.