Argentina igualó con Estados Unidos
El amistoso con Estados Unidos terminó sin goles y con un rendimiento del seleccionado argentino
que fue de mayor a menor, aunque siempre manteniendo una supremacía en el juego. Claro, importó
poco el resultado, como también había sido relativo el triunfo ante México. Ya es tiempo de pensar
en los choques por eliminatorias que vendrán...
9 de junio 2008 · 00:25hs
El amistoso con Estados Unidos terminó sin goles y con un rendimiento del
seleccionado argentino que fue de mayor a menor, aunque siempre manteniendo una supremacía en el
juego. Claro, importó poco el resultado, como también había sido relativo el triunfo ante México.
Ya es tiempo de pensar en los choques por eliminatorias que vendrán y Alfio Basile sacará
conclusiones para armar el equipo y el juego con los que se enfrentará el domingo a Ecuador y el
miércoles posterior a Brasil.
Argentina tuvo un primer tiempo aceptable, con Gago como el
jugador más claro, pero como Lionel Messi nunca entró en sintonía no pudo marcar la diferencia que
mereció en la primera etapa.
En el arranque quedó clara la diferencia de categoría de
seleccionados, porque Argentina cruzaba la mitad de cancha y con la sola presencia en campo rival
amenazaba generar peligro, mientras que el equipo local se debatía entre la decisión de marcar o
tratar de jugar. Y quedó a mitad de camino.
La primera chance estuvo en los pies de Cruz, quien dentro
del área y mano a mano con el arquero en dos ocasiones le acertó a los guantes. Y la última fue un
centro de Messi y falló Heinze con un cabezazo que se le fue alto.
Quizás el equipo de Basile en la etapa inicial se diluyó en
ataque porque Messi y Agüero no aparecieron en toda su dimensión y Cruz se cansó de desperdiciar
situaciones de gol.
Para el segundo tiempo Basile sacó a Messi y cambió de
esquema. Con el ingreso de Demichelis por Burdisso, Zabaleta pasó a ser lateral por derecha y
Heinze por izquierda, delante se paró otra línea de cuatro y quedaron Agüero con Cruz como
puntas.
Y en los primeros minutos ese 4-4-2 hizo agua por todos
lados, porque Estados Unidos tiró centros y estuvo varias veces a punto de convertir, pero le faltó
puntería.
La más clara del segundo tiempo para Argentina fue un penal
evidente que el árbitro no le sancionó al arquero local, quien volteó a Agüero dentro del área
cuando se iba camino al gol tras una excelente asistencia de Cruz.
Desde ahí el rendimiento de los albicelestes cayó por un
tobogán hasta llegar a una chatura de la que no pudieron salir ni cuando Estados Unidos quedó con
uno menos (expulsión de Mastroeni).
Pareció que Argentina no tenía ánimo, piernas ni ideas para quebrar un empate
triste, feo y aburrido. l