Argentina no pudo vencer a Brasil pero igual clasificó al Mundial. Dio todo desde la garra y el coraje, pero esta vez tuvo escaso fútbol y el equipo de Tité en varios pasajes lo superó y hasta tuvo las chances más claras para marcar. Messi lució diezmado en lo físico, pero fue puro corazón.
En el arranque nomás, Argentina salió rabiosa a buscar la victoria. No podía ser de otra manera, ya que la albiceleste necesitaba los puntos y la canarinha llegaba con la panza llena por la clasificación consumada. Pero esa ambición de los de Scaloni tuvo más garra que sustento colectivo y peso ofensivo. Entonces Brasil hizo pie y comenzó mover la pelota con inteligencia, primero, y peligro, después.
La sensación fue que Argentina quería hacer el gol antes de dar tres pases seguidos en zona de gatillo. Mientras que los de Tité sacaron el colectivo del arco propio y avanzaron. Con un Fred de buen manejo y diagonales. Casi factura Vinicius entrando sólo por el medio cuando la defensa argentina se cayó como un yenga, pero el de casaca amarilla pateó con la chancleta. Después, Cunha le dio desde la mitad de la cancha y casi le acierta al arco del adelantado Dibu Martínez.
Brasil era más y Argentina no encontraba la pelota con los volantes De Paul, Paredes y Lo Celso. Igual Messi comenzó a activarse y Argentina volvió al partido. Lautaro sacudió, pero llegó el cierre providencial de Marquinhos. El clásico se picó y Otamendi le pegó un topetazo a Raphinha y luego lo alzó como un a bebé. Una torpeza del defensor argentino.
Ya en el final de la etapa la más clara de Argentina la tuvo De Paul, que desde afuera tiró a colocar y la volada notable del gigante Alisson ahogó el grito de la multitud en San Juan.
Argentina emparejó antes del entretiempo con empuje y fiereza, pero costándole horrores meterse en el área de Brasil. Un lujo de Di María fue lo último antes del descanso.
Argentina 0-0 Brasil I Eliminatorias a Qatar 2022
En el complemento ingresó el ex leproso Lisandro Martínez por Paredes para jugar de cinco. Y salió el Toro Lautaro por Joaquín Correa. Se exigió el Cuti Romero y muy dolorido dejó la cancha con una dolencia muscular para que ingrese Pezzella.
Fred desde afuera abolló el travesaño albiceleste. El paso de los minutos beneficiaba la paciencia brasileña y conspiraba contra la desesperación argentina de querer y no poder. Vinicius hizo la obra maestra de la noche donde ridiculizó a Molina con una bicicleta espectacular contra la línea de fondo.
El clásico se puso vibrante. Vinicius sacudió y tapo Dibu Martínez. Enseguida Messi remató y atajó Alisson. Salió Di María e ingresó Julián Alvarez, ambos ovacionados. Aumentó la fricción en el trámite.
El clásico se puso vibrante. Y al árbitro Andrés Cunha el partido le quedó inmenso, fue un mamarracho. Messi ya jugaba con la poca nafta que le quedaba en el tanque, pero igual el diez iba al frente.
Así se consumieron los instantes finales buscando el gol que no llegó. Brasil, a pesar de no contar con Neymar, demostró que es un equipo muy serio. Y Argentina dio todo, con Messi diezmado en lo físico. La garra fue conmovedora y no alcanzó para ganar el clásico pero el pasaje al Mundial vino más tarde desde allende la cordillera.