Los amistosos suelen ser difíciles de dimensionar. Más en los casos cuando se enfrenta a un equipo de poca monta. Y lo de ayer para Argentina estuvo encuadrado en ese tipo de pruebas. Porque El Salvador está lejos de ponerse a la altura de un seleccionado como el argentino, pero todo sea por la obtención de minutos de juego para ensamblar piezas y ajustar detalles. De allí el estado anecdótico del 2 a 0 del equipo de Gerardo Martino sobre los centroamericanos, que tuvo como dato excluyente la ausencia de Lionel Messi por lesión (ver aparte). Y la victoria se dio por los goles de Ever Banega (rozó en el defensor Néstor Renderos) y del debutante Federico Mancuello, ambos en el primer tiempo.
Por supuesto que todo esto sirve como banco de prueba para el Tata con vistas a la Copa América. Es que de estos ensayos terminará saliendo el plantel que el DT llevará a Chile.
En el primer tiempo, el equipo de Martino fue muy paciente para vulnerar la línea de cinco defensores que propuso El Salvador y sólo le generó peligro con pelotas detenidas como el remate de cabeza de Gonzalo Higuaín (2') tras la intervención de Lucas Orban en el córner de Ezequiel Lavezzi.
Argentina, que se paró con un 4-2-3-1, acentuó el desborde por el sector derecho con los centros de Zabaleta y el apoyo de Angel Di María, mientras Carlos Tevez buscaba su lugar en la cancha y pedía el balón, con un Higuaín que no llegaba a tiempo a esos envíos. Cuando el ex Boca la tenía en sus pies, el equipo de Martino era más punzante en ataque, pero eso solamente sucedió cuando no fue tan absorbido por la marca.
En tanto, El Salvador esperó por el error de Argentina en su salida desde el mediocampo y esa cuestión se produjo en varias oportunidades por malas entregas de Banega y errores en la zaga comprendida por Mateo Musacchio y Ramiro Funes Mori.
A los 25', un disparo de cabeza del propio Funes Mori fue desviado por el arquero Derby Carrillo luego del centro de Di María y un remate de Higuaín (28') volvió a exigir al guardameta salvadoreño.
Sin embargo, la situación más clara se produjo con el tiro libre de Di María (39') que desvió Carrillo cuando el ex Central cambió la banda (había empezado a jugar por el sector derecho).
La individualidad de Messi se extrañó en el equipo. Es que Argentina no tuvo en este partido el encargado de abrir una defensa cuando el juego colectivo no fue el óptimo. Por eso el 0 a 0 con el que se cerró la primera etapa.
El equipo del Tata mostró otra cosa en el complemento. Intentó ser más vertical y empezó a probar desde lejos. Y así fue como llegó el remate de Banega, que se desvió en Renderos. Fueron los mejores minutos del equipo de Martino, en lo que hubo un disparo en el palo de Tevez (50').
Enseguida vino el ingreso de Mancuello, para quien el debut no pudo haber sido mejor. Es que el tiro libre del que se apropió por el sector izquierdo terminó con un verdadero golazo, de esos que suele convertir en Independiente.
El partido en sí ya no tenía más razón de ser. Y a esa altura Martino seguía examinando, pero con la tranquilidad de que pese a la liviandad del rival su equipo tenía el primer amistoso en el bolsillo.