Lo que se esperaba. Ni más ni menos. Argentina ajustó su vida mundialista a lo
que marca su historia. Desde ayer se transformó en uno de los 16 mejores equipos del torneo y bien
merecido lo tiene. Esa clasificación asomaba como un mero trámite (con un empate alcanzaba), pero
hubo complicaciones y tuvieron que ver con el tiempo que le llevó al equipo de Diego Maradona abrir
el cerrojo que le planteó Grecia. Pero con el 2 a 0 bajo el brazo todo es alegría. La realidad es
una sola: Argentina alcanzó el objetivo de mínima y lo hizo con los números redondos. Tres jugados
y tres ganados. Sobran la palabras. Ahora, el rival en octavos será México, el domingo en
Johannesburgo.
Maradona había diagramado un equipo con siete cambios, ya
pensando en lo que será el arranque de la fase eliminatoria. Por eso les dio pista a Otamendi,
Burdisso, Clemente Rodríguez, Bolatti, Milito, Agüero. De allí la importancia que el equipo se haya
movido bajo las mismas coordenadas que en los dos encuentros anteriores. La selección fue dueña
absoluta de la pelota y del terreno. Nunca tuvo problemas para tirarle la chapa por encima a una
Grecia que sólo complicó porque nunca quiso jugar el partido.
Más allá de algunos momentos de desorden, especialmente en
el primer tiempo, Argentina fue amo y señor del partido. En ese período del encuentro, una entrada
por izquierda de Agüero y un remate de larga distancia de Verón, que sacó el arquero griego en
ambas ocasiones, fueron lo más cerca que el equipo estuvo del gol.
Y así fue todo, de principio a fin. Con Argentina yendo y
Grecia sacando como podía. Hasta que a los 32’ del complemento Demichelis apareció tras un
córner para cabecear primero, recoger el rebote con un zurdazo tremendo para anotar el primero. A
esa altura, Diego ya había hecho ingresar a Di María, tratando de abrir más el campo de juego.
Ya no había lugar para las sorpresas, pero sí para nuevas emociones. Porque
después del ingreso de Pastore, le tocó ingresar a Martín Palermo. El Loco la tocó un par de veces
y la primera que le quedó la clavó en el segundo palo. Partido cerrado. Con puntaje ideal y la
clasificación a octavos. Ahora se viene México y ahí sí empieza el Mundial.
Para la selección nacional, el verdadero Mundial empieza con los aztecas
El verdadero Mundial para Argentina comenzará el próximo domingo cuando juegue ante
México. Es que el que pierda en Johannesburgo se volverá a su casa. En lo que va del torneo, el
seleccionado nacional fue el que mostró el mejor rendimiento y el más parejo. De hecho, logró la
victoria en sus tres presentaciones. Además, este plantel no sólo es ofensivo por tener tres
delanteros en cancha, sino por una cuestión de actitud y de vocación, lo que lo hacen ser temible
para cualquier rival. Desde hoy por la tarde, ya en el predio de la Universidad de Pretoria, Diego
comenzará a preparar crucial desafío ante los aztecas. Pero hay varios que tienen su lugar
asegurado. Como Javier Mascherano y Gabriel Heinze. Mientras que Jonás Gutiérrez peleará por un
lugar y Walter Samuel, quien se recuperó de una contractura, volvería. En el medio están las dudas.
Habrá que ver si se mantiene a Verón o si se apostará por dos volantes abiertos como Maxi Rodríguez
y Angel Di María. Y arriba, Gonzalo Higuaín y Carlos Tevez parecen tener también un lugar seguro en
el equipo frente a México. Ni hablar de Messi. La recta final de la Copa está a la vuelta de la
esquina. Llegó la hora de la verdad. La de saber si Argentina puede seguir avanzando en el Mundial
y volver a salir campeón del torneo que todos quieren ganar.