Argentina se ocupó primero de lo urgente: ganarle a Grecia por 2 a 0 y clasificar como primero
en el grupo B. Ahora Maradona deberá volver a armar un equipo compacto que en octavos de final ante
México vuelva a tener el volumen de juego y la sobriedad de los dos primeros partidos. Algo que
esta tarde no se pudo ver en plenitud, puesto que el funcionamiento del equipo se vio resentido,
como era lógico, con los siete cambios que realizó el entrenador, en algunos casos por necesidad y
en otros para cuidarles el físico, pero que también les sirvió al técnico para darles minutos a
jugadores que habitualmente no son titulares.
No obstante, hay que decir que el triunfo argentino fue cómodo y nunca corrió riesgos y, pese a
que no estuvo en el nivel de los cotejos anteriores, le alcanzó para justificar largamente un
triunfo ante un equipo que sólo se preocupó por defender y que sólo tuvo algún atisbo de salir a
buscar, cuando el resultado ya era inapelable.
El gol de Martín Demichelis, a los 77', abrió la llave a un triunfo que hasta ese momento
asomaba como propicio, pero que no podían concretar los jugadores en la cancha.
Con Argentina clasificando como primera e invicta en el grupo, quedó la búsqueda incesante de
Lionel Messi, de muy buen segundo tiempo, para marcar su gol, y la aparición en soledad de Martín
Palermo para empujar la pelota al gol, luego de que el arquero le tapara otra ocasión a Lio, y
festejar su primer tanto en Mundiales, y el segundo del seleccionado en este cotejo.
Un gol que le sirvió a Argentina para consolidar su triunfo, pero sobre todo a Palermo para
engrandecer su historia y su romance con la red.
Mucho antes de eso, el partido demoró bastante en armarse, con un equipo argentino que tuvo la
paciencia y la tranquilidad de los partidos anteriores, pero que le faltó el empuje y desequilibrio
de esos partidos. Enfrente un equipo que sólo se dedicó a esperar, y a ver qué hacía su rival.
A los 17', Agüero rompió la monotonía cuando dejó en el camino a su marcador y su zurdazo fue
tapado en el primer palo por el arquero griego. Trascartón un derechazo de Verón desde fuera del
área obligó a otra estirada del arquero.
A partir de ahí, el balón fue patrimonio casi exclusivo de Argentina, que lateralizaba y cuidaba
la pelota pero que no lograba tener mucha presencia en el área de enfrente. Un poco porque se
notaba la falta de entendimiento entre Messi y sus nuevos compañeros de ataque y otro tanto por la
ruda marca del equipo helénico, que no dudaba en utilizar la fuerza ante los intentos
albicelestes.
Pese a eso, el mejor andar del seleccionado argentino se fue traduciendo en situaciones. Como la
que tuvo a los 31' el kun Agüero, cuyo remate fue tapado por un defensor, luego de un buen desborde
de Diego Milito.
También lo tuvo en un remate de Maxi Rodríguez, que fue a las manos del arquero, y en un
zurdazo desde afuera del área de Messi, que sacó el arquero por arriba del travesaño.
El complemento fue una continuación de los visto en el primero, con el balón como propiedad
exclusiva de los argentinos y la férrea oposición griega, que sumaba cada vez más gente en defensa,
pero que en ofensiva sólo apostaba a pelotazos esporádicos.
Volvió a tener el desequilibrio en un centro de Clemente, que Milito no llegó a conectar, y
en un derechazo del propio defensor, que se fue cerca.
A los 24', también lo tuvo Bolatti, con un tremendo remate, en el área chica, que dio en la
humanidad del arquero Tzorvas, a esa altura transformado en la figura de la cancha.
También lo tuvo Messi en un par de ocasiones, pero no pudo ser.
Argentina siguió insistiendo, con un decidido Clemente Rodríguez, que a los 56' erró por poco al
arco heleno. Decidido a buscar una alternativa y agilidad al ataque, Maradona hizo entrar Angel Di
María, Javier Pastore y casi al final al veterano Martín Palermo, quien volvió a ser “San
Palermo”, el héroe del estilo maradoniano.
Síntesis:
Argentina: Romero - Otamendi, Demichelis, Burdisso, Clemente Rodríguez - Maxi
Rodríguez (63' Di María), Bolatti, Verón - Messi - Milito (80'Palermo), Agüero (77' Pastore)
Grecia: Tzorvas - Kyrgiakos, Papadopoulos, Moras, Papastathopoulos - Vyntra,
Katsouranis (55' Ninis), Tziolis, Torosidis (55' Patsatzoglou), Karagounis (46' Spiropoulos) -
Samaras
Goles: 1-0 Demichelis (78'), 2-0 Palermo (89'). Amarillas: Katsouranis / Bolatti. Arbitro:
Irmatow (Uzbekistán). Espectadores: 38.891
(DPA)