Los dirigentes de Central actuaron con celeridad y apenas consumada la salida de Paolo Montero de la dirección técnica ya tenían a su reemplazante. Pusieron manos a la obra de inmediato y le ofrecieron el cargo para el banco de primera a Leonardo Fernández. El técnico que se consagró campeón de la última edición de la Copa Santa Fe tendrá los cuatro partidos que restan por la Superliga para demostrar que tiene capacidad para aprovechar la oportunidad de su vida.
En la reunión que mantuvieron ayer los dirigentes auriazules con el propio entrenador en la sede de calle Mitre se acordó que Germán Rivarola, Cristian Daniele y el preparador físico Horacio Rogolino también formen parte del nuevo cuerpo técnico.
El interinato de Leo Fernández arrancará mañana a las 9.30 en el predio de Arroyo Seco. Ahí el DT tendrá la difícil misión de pararse frente a un grupo de jugadores que anda con el ánimo por el piso luego de la eliminación de la Copa Argentina contra Atlético Tucumán. Igual, no es una circunstancia desconocida para Leo subirse a un avión y tener que ser un piloto en emergencia. También lo fue cuando Central perdió la final de la Copa Argentina contra River en 2016 y dirigió a la primera en la victoria contra Belgrano en Córdoba, en la última fecha de aquel torneo.
"Así como Fernández ahora es el elegido, también es una temeridad afirmar que seguirá sentado en el banco canalla a partir de 2018"
Según le confiaron a Ovación, en el cara a cara de ayer la dirigencia de Central encontró en cada respuesta de Fernández a un entrenador consciente del escenario con arena movediza en el que se desplazará cuando el domingo debute contra Talleres en Córdoba. También mostró un pleno conocimiento de la realidad que atraviesa el grupo, ya sea en lo futbolístico como emocional. Justamente el discurso de Fernández fue lo que terminó de convencer a los dirigentes para ratificarle la confianza hasta la finalización del año. Es que en algún momento se barajó la chance que Leo esté sentado sólo en el banco contra Talleres, pero toda la cúpula dirigencial coincidió en que lo mejor para transitar este tambaleante presente era darle los cuatro partidos. Es decir, el domingo contra Talleres en Córdoba, Boca en el Gigante, Independiente en Avellaneda y el clásico contra Newell's en Arroyito.
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Foto: Héctor Rio / La Capital
"Si ratificamos a Fernández para estos cuatro partidos es porque confiamos en él. Por ahora no pensamos en otro técnico", le confiaron los dirigentes a este diario.
Así como Fernández ahora es el elegido, también hay que decir que es una temeridad afirmar que seguirá sentado en el banco canalla a partir de 2018. En principio, los dirigentes canallas no sólo evaluarán los resultados que consiga en los cuatros partidos. También estará bajo observación su liderazgo para manejar un plantel que tiene más caciques que indios.
Fernández es consciente de que si hoy puede tocar el cielo con las manos es porque la dirigencia canalla no recibió una respuesta positiva de los entrenadores con los que habló o viene sondeando desde que Paolo Montero dijo que se iba si quedaba afuera de la Copa Argentina.
Pizzi por el momento dijo que no
Una cosa no quita a la otra. Que esté aprobado por unanimidad que Leo Fernández encabezará el interinato hasta fin de año, no significa que Central no esté buscando entrenador. De hecho, antes de que se derrumbara todo de la mano de Paolo Montero, los dirigentes canallas tantearon las ganas de Juan Antonio Pizzi para volver a calzarse el buzo canalla. Y la respuesta del ex delantero, quien viene de pegarse un flor de porrazo quedando eliminado del Mundial de Rusia 2018 dirigiendo a Chile, fue que por ahora prefiere esperar alguna oportunidad del fútbol europeo. "Con el único técnico que hablamos y contestó que prefiere quedarse en Europa y esperar que le aparezca alguna oferta es Juan Antonio Pizzi", confió una alta fuente cercana a las conversaciones.
También en los últimos días fueron ofrecidos y al mismo tiempo descartados entrenadores de la talla de Ricardo La Volpe, Sebastián Méndez y otros que ni siquiera merecieron algún tipo de consideración. Lo concreto es que la dirigencia de Central va, por el momento, con los ojos vendados con la apuesta por Leo Fernández. Después del clásico se verá.