Parece otro. Pero es el mismo. Alfonso Parot dejó la sensación de ser ese lateral que flaqueaba de manera natural por el flanco izquierdo. Ahora es como una especie de muro cuando defiende. Y como una lanza punzante cuando ataca. "Ahora me siento muy bien en todo sentido. Estoy teniendo el nivel que tenía en mi país", afirma el chileno a la hora de hacer una especie de revisión con Ovación. Sin embargo, no todo fue color esperanza en su reciente carrera. Tuvo unos meses duros desde el día que cruzó la cordillera para instalarse en Arroyito. "Cuando las cosas no me salían me quería matar. Fue un semestre muy complicado. Me pasó un poco de todo", acotó con cierta impotencia el experimentado futbolista de Central antes de bucear por varios temas con este medio.
¿En qué cambio tu juego con respecto a la pasada temporada?
Creo que tiene que ver más que nada con que el equipo tuvo un repunte importante. Es que al andar todos bien, sumado a que los resultados aparecieron, hizo que levantara mi nivel. Además, el hecho de que en la pretemporada comenzamos ganando los partidos que hicimos fue generando que la confianza vaya creciendo.
¿Se puede decir además que ahora terminás más entero los partidos?
Me siento mucho mejor en ese aspecto también. Siento que puedo ir y venir por la banda sin ningún tipo de problema. Quizá sea porque al estar todos ordenados corremos menos. Aunque en realidad corremos distinto, porque lo hacemos con mucha intensidad. Pero tener ese equilibrio nos permite no malgastar las energías. Mejoramos a nivel colectivo desde ese punto y creo que todos tenemos mucho más aire ahora.
¿Estás mostrando tu verdadero nivel?
Sí, no dudo de eso porque estoy muy bien en todo sentido. Estoy teniendo el nivel que tenía en mi país y que hizo posible que Central se fijara en mí en su momento. Espero seguir creciendo y demostrar que no me equivoqué en venir a este gran club.
¿Y qué pasaba por tu cabeza cuando las cosas no te salían, debido a que Central no es un club fácil para los que vienen de afuera?
La verdad es que me quería matar. Fue un semestre muy complicado. Sea desde lo individual como colectivo. Hice un cambio muy rotundo al dejar el fútbol de mi país para jugar en el argentino, que es muy complejo. A eso le sumo que a mi familia le costaba adaptarse y que encima trabajábamos muy duro pero, sin embargo, no se nos daban los resultados. Me pasó un poco de cada cosa realmente. Pero no solo a mí sino también al grupo. Porque perdíamos partidos que no eran para perderlos en la forma en que lo hacíamos. Fue bastante duro para todos. Sea para los integrantes de los cuerpos técnicos que tuvimos, como los compañeros del plantel y los hinchas, quienes veían que a su equipo le iba mal.
Lo positivo es que el presente marca que todo lo que enumeraste ya forma parte del archivo.
Sí, gracias a Dios pudimos revertir esa situación y el presente es otro luego de hacer una gran pretemporada y el arribo del Patón. Por suerte pudimos captar rápidamente la idea de juego de Bauza y cuál es su ideología de trabajo.
¿Entonces para vos también lo peor quedó atrás?
Seguro. Creo que ya pasé por la peor etapa y ahora estoy incluso más preparado.
¿Considerás que la última línea es la que más rápido captó el mensaje del Patón?
Estamos bien, es cierto. Y creo que todo se dio porque cuando llegó Bauza nos dijo que no podía ser que al equipo le habían hecho 41 goles en la última temporada. El Patón nos remarcó que eso no podía volver a pasar. Que había que corregirlo y así fue porque durante las dos primeras semanas de la pretemporada hicimos eje en el trabajo defensivo y en el orden táctico. Ahora se está notando ese esfuerzo colectivo que se realizó en su momento, aunque siempre entrenamos para seguir evolucionando como equipo.
Si bien aún deben jugar y ganarle a Almagro para poder enfrentar a Newell's, ¿ya pensás en la chance de disputar el clásico por Copa Argentina?
El clásico es algo muy lindo y especial, pero acá hay que ir partido a partido porque todos los rivales son difíciles. El lunes deberemos medirnos ante Defensa y Justicia y luego Gimnasia. Ya habrá tiempo para pensar en Almagro por la Copa Argentina como también en lo que vendrá si ganamos ese día.
¿Qué te pide básicamente el entrenador?
Mi función pasa por mantener el orden defensivo. Me dijo que si noto que la jugada no da para pasar que no realice un desgaste innecesario. Que espere el momento para subir. Desde ese punto tengo que ir leyendo el partido para saber si voy a ir al ataque o no. Tengo que saber que primero soy defensor y debo tener mi arco en cero.
También les remarca el orden como primera medida.
Por su puesto. Sabemos que siempre debemos estar ordenados. El orden y el equilibrio tienen que ir juntos para evitar pasar malos momentos.
Junto al cuerpo técnico vieron un video de Defensa y Justicia. ¿Hay algo del rival que te haya llamado la atención?
Por lo que vimos es un equipo que ataca con mucha gente. Tendremos que estar muy bien parados y posicionados para poder buscar los espacios que pueden llegar a dejar. A la vez notamos que los rivales notaron que somos fuertes en la pelota parada y empezaron a tomar resguardos. Pero debemos encontrarle rápido la vuelta para volver a ser fuertes. Ojalá lo logremos el lunes ante Defensa y Justicia, porque también es cierto que queremos hacernos fuertes de local y ganar todos los partidos contra el rival que sea para poder ser protagonistas del torneo.