Dos fechas parece poco para entender si la mano del entrenador sirvió para darle un vuelco radical al equipo desde lo futbolístico, si se rompió con todo aquello que se venía haciendo o si se mantuvieron más cosas de las que se dejaron de lado. Igual, hay no sólo un trabajo de más de dos meses de pretemporada que sirven como sostén, pero también 180 minutos en los que algunas cosas bien pudieron haber quedado ya expuestas, atendiendo a supuestas mejoras o retrocesos en lo que al juego se refiere. Paolo Montero y sus colaboradores ya cuentan con esos dos antecedentes para ver en qué dirección está yendo su trabajo. Los jugadores pueden hacer su análisis (estaría mal que no lo hicieran), al igual que los dirigentes y hasta los propios hinchas. De allí la intención de ver qué sucedió con el equipo bajo la tutela del uruguayo en su corto período como DT canalla, pero esencialmente en lo referido al comportamiento de cada una de las líneas del equipo, porque parece haber una que, al menos hasta hoy, podría sacar algunos cuerpos de ventaja.