Elegir de figura a un arquero deja la sensación de que el rival mereció la victoria. No fue este el caso. Unión no fue más que Newell's pero tuvo las situaciones más claras y ahí apareció Alan Aguerre, el arquero de 28 años que hace poco más de medio año que llegó al Parque y se ganó el lugar. En Santa Fe lo confirmó con dos tapadas muy buenas y por eso sobresalió del resto.
El mérito de Aguerre ante el disparo de Ríos (67') y el mano a mano que le sacó a Mazzola (81') se acrecienta porque en realidad el arquero hasta ahí había tenido una tarde muy tranquila y no perdió concentración. Es más, su mayor intervención había sido el juego con los pies en la salida que siempre intentó ser sin pelotazos. De hecho, así lo fue, principalmente con Paredes y Callegari.
Además muchas veces sus compañeros lo buscaron para salir limpio porque le tienen confianza, con las manos y con los pies. En el primer tiempo, en la única vez que no lo hicieron cuando correspondía, Rivero se enredó y casi se la roban, en lo que hubiera sido un mano a mano que por fortuna al final pudo evitar.
Precisamente, Rivero es uno de los que fue de menor a mayor. De un comienzo dubitativo, terminó transformándose en un pac man para robar pelotas y luego distribuirlas con criterio. Con Cacciabue volvió a asociarse bien en ese rol detrás de Figueroa-Formica-Maxi, aunque fue desordenado cuando buscó progresar ofensivamente.
Aguerre y Rivero fueron de lo mejor del equipo, junto al primer tiempo de Formica y el segundo de Figueroa, además del buen rendimiento de Paredes (ver aparte), que mostró ser una buena alternativa. El que esperará por su oportunidad es Ribair Rodríguez, que fue suplente por primera vez y no ingresó.