Había que marcar en Brasil, era la prioridad, y Marco Ruben lo hizo. Sí, el 9 canalla. El que estuvo ahí, en el momento justo, para darle con alma y vida a la pelota lanzada por Salazar y peleada por Herrera para inflar la red con un remate junto al palo derecho. Cuando el reloj marcaba el minuto 13, como para que el equipo jugara tranquilo. Un tanto que tiene mucho valor, más allá de ser el del gran triunfo de anoche porque si hubiese sido empate también valía como se manifestó en la previa de este choque en cancha de Gremio. Claro, fue el del 1-0 final y le servirá a Central para afrontar la revancha con máximas expectativas.
"Dimos un gran paso, pero no hay que olvidarse que faltan 90 minutos. Y este importantísimo triunfo no hace más que reafirmar lo orgullosos que tenemos que estar de este equipo, que en una cancha muy complicada nos plantamos firmes, corrimos y jugamos como queríamos. Recuperamos la mentalidad de conjunto, porque no veníamos bien, con resultados malos. Hicimos un click", dijo el artillero canalla.
Un gol que alimenta la racha de este 2016, con 12 tantos (5 en la Copa y 7 en el torneo local).
Ruben en la Libertadores marcó 3 frente a River de Uruguay (en el Gigante) y uno a Palmeiras (de penal en Rosario), por lo que fue el primero de visitante.
Mientras que en el torneo local convirtió frente a Colón (2), Newell's, Sarmiento, Olimpo, Vélez y San Lorenzo.
Fue el grito número 8 en la historia copera del canalla, con el que se puso a la par nada menos que de Mario Kempes, en el tercer escalón del podio detrás de los 12 de Juan Antonio Pizzi y los 10 de Rafael Maceratesi.
Además, trepó otra posición (llegó al 12º puesto) entre los artilleros históricos auriazules con 62 goles, dejando atrás al Chango Gramajo (61).
Lo negativo fue que no pudo seguir en el segundo tiempo, "por una contractura que ya arrastraba, nada importante. Pero lo mejor era salir para darle lugar a un compañero que estuviera al ciento por ciento en el segundo tiempo", explicó Marco. Y por eso el Chacho Coudet priorizó cuidarlo para tenerlo dentro de una semana, en la revancha en el Gigante. Es que la lógica marca que el técnico no lo arriesgará a jugar frente a Gimnasia, el lunes en Arroyito.