“No podían creer que en un lugar tan bonito se fuera a competir”. Lo contó la vicepresidente de World Archery Americas (Confederación Panamericana de Tiro con Arco) y de World Archery (Federación Mundial), la colombiana María Eva Gaviria, sobre la impresión de los arqueros que se dieron una vuelta por el Monumento unos días antes para observar el sitio donde se realizarían las finales. Ayer, la sorpresa dio paso a la satisfacción de la mayoría ante la oportunidad de competir en un “símbolo nacional”, como dijo uno de los ganadores durante el cierre del 22º Panamericano, para deportistas convencionales, de tiro con arco, y de la primera edición del Parapanamericano, para atletas con capacidades diferentes.
Desde las escalinatas o bordeando el Monumento, el público siguió con atención un deporte del cual seguramente tenía un mínimo conocimiento y hasta pudo haber practicado como hobby. Pero obviamente ninguno lo hizo con los arcos y flechas que se utilizaron anoche, ni tampoco a semejante distancia, ya sea los 70 metros que separan al arquero de la diana en las pruebas de recurvo olímpico o los 50 metros del compuesto.
“Es espectacular tirar acá. Este es un símbolo nacional, y que las finales se hicieran acá es una postal para el mundo”, dijo el colombiano Daniel Muñoz, de 25 años, campeón en compuesto individual masculino, después de una emotiva definición con el mexicano Leandro Rojas, en la que se debió recurrir a una flecha adicional para determinar al campeón.
Tan atractivo resultó para la mayoría de los deportistas tirar en el Monumento como sencillo para el público entender de qué se trataba el deporte y seguir las distintas finales, en las que compitieron dos arqueros entre sí, con excepción de la prueba del Parapanamericano, en la que lo hicieron cuatro y se coronó la dupla estadounidense que contó con Matt Stutzman como la principal atracción.
No a todos les conformó actuar en el Monumento. La colombiana Alejandra Usquiano, de 21 años, vencedora en compuesto individual femenino, dijo que “fue duro, había poca luz”, aunque luego optó por ser gentil con los anfitriones y dijo que el campeonato fue “chévere”.
“Nunca vamos a olvidar esta sorpresa de competir acá”, declaró en cambio al cierre del campeonato la dirigente colombiana Gaviria. “No podían creer que en un lugar tan bonito se vaya a competir”, dijo luego sobre la sensaciones que le habían dado distintos arqueros sobre el sitio de la final, y quienes durante estos días compitieron en el campo de polo del Jockey Club.
“Cuando me ofrecieron hacer las finales en el Monumento no dudé ni un instante”, manifestó a su vez el presidente de la Federación Argentina de Tiro con Arco, Estanislao Osores, emocionado por semejante cierre y entusiasmado ante la posibilidad de traer alguna otra competencia internacional.
En ese mismo patio cívico del Monumento donde los rosarinos se congregan para diversos acontecimientos políticos, deportivos y culturales, el tiro con arco tuvo su día en ese lugar emblemático y con presencias del máximo nivel, como el ganador de recurvo masculino individual, el estadounidenses Jake Kaminski, plata en equipo en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, quien superó a su compatriota Sean McLaughlin. O la georgiana nacionalizada estadounidense Khatuna Lorig, campeona en recurvo femenino y que fue bronce en las Olimpíadas de Barcelona 1992.