Los mercados mundiales vivieron ayer una nueva jornada negra, apenas mitigada sobre el final, cuando se conocieron nuevos anuncios de ayuda por parte del gobierno estadounidense. La debacle generalizada arrastró a la Bolsa porteña, que cayó 14,47 por ciento, y a los bonos argentinos, que quedaron a precios de default. En este contesto, el riesgo país superó los 4 mil puntos.
La Reserva Federal (FED) y el gobierno de Donald Trump vienen anunciando medidas desde la semana pasada. El martes, Steven Mnuchin, anunció la inyección de u$s 450 mil millones en ayuda económica directa e indirecta a la economía estadounidense. Aun así, las Bolsas de Nueva York abrieron con bajas cercanas al 10 por ciento, que apenas fueron recortadas sobre el cierre, cuando se conocieron nuevas medidas. Efectivamente, el Senado estadounidense aprobó una autorización de fondos para ayuda por u$s 250 mil millones. El asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, dijo además que el gobierno podría tener posiciones en acciones para ayudar a las firmas en dificultades.
El Dow Jones cayó finalmente un 6,3 por ciento y perdió casi todas las ganancias acumuladas desde que el presidente Donald Trump asumió el cargo en 2017.
Incluso los activos más atractivos considerados "seguros" para la inversión en tiempos de crisis bajaron de precio mientras los operadores buscan apuradamente recaudar efectivo. Por ejemplo, se derrumbó el precio del oro y subió el rendimiento de los bonos del Tesoro de EEUU a 10 años.
Los gobiernos de todo el mundo siguen anunciando paquetes de ayudas fiscales masivos pero los mercados no reaccionan. El Banco Central Europeo (BCE) lanzó un paquete de compra de deudas públicas y privadas por un monto total de 750.000 millones de euros. El Programa de compra de emergencia pandémica (Pepp) durará hasta finales de 2020 y se extenderán también a documentos comerciales.
En la zona euro consideran, además, utilizar el fondo de rescate previsto en el Mecanismo Europeo de estabilidad (Mede), que podría allanar el camino para más compras de bonos italianos por parte del Banco Central Europeo. El Mede)fue creado en el apogeo de la crisis de 2009 para ser un prestamista de última instancia para los gobiernos. Cuenta con 410 mil millones de euros de capacidad de préstamo no utilizada.
Igual, las acciones europeas marcaron su peor cierre en casi siete años.
Un informe de la consultora PxQ, que dirige Emanuel Alvarez Agis, analizó el volumen de recursos comprometidos por los distintos gobiernos del mundo para enfrentar la crisis económica. Mencionó que Alemania destinó 15,7 por ciento del PBI, seguido por Reino Unido 15 por ciento, Francia 14,1 por ciento, España 8,8 por ciento, Estados Unidos 4 por ciento y Brasil 2,2 por ciento. El paquete anunciado el martes por el gobierno argentina llega al 2 por ciento y el e Italia, al 1,2 por ciento.
En la región, el Banco Central de Brasil dispuso recomprar bonos en dólares que están actualmente en manos de los bancos brasileños, una medida que no adoptaba desde 2008. También redujo la tasa Selic al 3,75 por ciento
Un factor de inestabilidad importante es la caída del precio del petróleo, que ayer perdió otro 17 por ciento y bajó hasta los 22,30 dólares por barril de la variedad WTI, el nivel más bajo en los últimos 18 años. El Brent cerró a 26,20 dólares con una caída de 8,7 por ciento.
Dentro del aquelarre de precios, los granos lograron sobrevivir en el mercado de Chicago. Los contratos de futuro cerraron al alza para el trigo, mixtos para la soja y bajistas para el maíz.
La cuarentena por la pandemia de coronavirus obligó a los habitantes a quedarse en sus hogares motivando un incremento en el consumo de productos a base de harina de trigo, favoreciendo a las cotizaciones del cereal. En cambio, el maíz finalizó con mermas en por los recortes en las estimaciones de demanda de las fábricas de etanol. En soja, surgieron expectativas de un incremento en la utilización de subproductos de soja para el consumo animal, lo cual podría favorecer a las cotizaciones del complejo de soja.
En este marco tenebroso, el banco de inversión JP Morgan difundió proyecciones económicas muy ásperas. Pronosticó, por ejemplo, que Estados Unidos se contraerá 14 por ciento en el segundo trimestre del año, la Unión Europea (UE) treparía a 22 por ciento y en el Reino Unido a 30 por ciento.
En opinión del banco de inversión, la recesión sucederá durante todo el primer semestre de 2020 en todo el mundo, excepto China, como resultado de una "congelación sin precedentes de actividades en un amplio abanico de sectores".
En términos anuales, y pese al desplome de los dos primeros cuartos del año, JP Morgan estima que globalmente el PBI subiría 0,5 por ciento, impulsado especialmente por la expansión anual de China, de 5,1 por ciento, mientras que otras importantes economías se encogerían, como la de EEUU, que se reduciría 1,8 por ciento, o la de Europa, que caería un leve 0,1 por ciento. Brasil, en esta previsión, caería 1 por ciento en 2020.
En Argentina, el índice S&P Merval de la Bolsa porteña bajó 14,47 por ciento, mientras que el riesgo país argentino avanzó 11,9 por ciento y cerró la jornada en 4.040 puntos básicos.
De cara al proceso de reestructuración de deuda que planea encarar el gobierno argentino, la fuerte baja registrada en la cotización de los bonos plantea un dilema debido a que algunos ya se encuentran a precios de default.