“Atom”, la bomba que salvó a la humanidad. El polvo es un contenido de detritus corrompidos, pisoteados y aventados, y resulta un enemigo terrible para la humanidad y la salud pública en general. El temible ataque del polvo se hace por medio del aire. Si una persona consume diez metros cúbicos de aire por día, ¡calcúlese los millones de microbios que se lleva a la boca! En las grandes ciudades son incontables las impenetrables nebulosas de microbios que se encuentran por donde la gente camina. Una celebridad médica alemana encontró millones de millones de microbios en la pollera nueva de su señora. ¡Es para admirarse! Aquel traje se convirtió en un basurero infeccioso en cuestión de segundos. Hoy sabemos que en esta guerra la escoba y el plumero no tienen ningún valor higiénico. Al contrario, sólo sirven para poner más nerviosos a los microbios, el enemigo terrible, el motivo de enfermedades horrorosas y de supuraciones malignas. Pero ahora los alemanes han inventado un aparato llamado “Atom”, una bomba absorvente de polvo que se espera que salve a la humanidad de los temidos microbios. Este aparato aspirador ha sido elegido por los mayordomos de los diferentes castillos imperiales, balnearios y hospitales, y hasta las familias de bajos recursos se han asociado para comprarlo, repartiéndose los días en que cada una de ellas lo va a usar. También en Buenos Aires esta bomba aspiradora se está generalizando y acá, en el Rosario, de los varios llegados conocemos el que funciona con todo el éxito previsto en la casa del señor Teodoro Lampe, el gerente de la Refinería Argentina. Es curioso ver cómo este singular aparato limpia una mesa de billar, el cortinado adamascado colgante, un sombrero o un pantalón. Y no nos queda más que decir que con la bomba absorvente “Atom” ya quedó atrás el fastidioso polvo de nuestros hogares. (1908)