El banquete. El sueño de nuestro señor gobernador Rodolfo Freyre era ser banqueteado en el teatro Colón del Rosario, la ciudad más importante de la provincia y la que le es y le ha sido francamente hostil durante todo su gobierno personalista y feudalista. Pero todos los esfuerzos que hicieran sus poquísimos amigos en esta ciudad para una demostración de simpatía se estrellaron en la falta absoluta de adherentes, ya que el Rosario nunca va a expresar apoyo por alguien que no tiene las cualidades que se requieren para presidir un pueblo libre y civilizado, basado en leyes democráticas. El Rosario todo repugna por carácter y aun por instinto a estos tipos de gobiernos oligárquicos, tan reñidos con sus hábitos laboriosos y cultos. El señor Freyre ha debido entonces conformarse forzosamente con el veredicto de la opinión pública rosarina y resignarse a ser banqueteado en Santa Fe por un puñado de empleados administrativos que no pudieron escapar de tal “honor”, obligados como están de tener que dar de comer a sus familias. Así, no se irá, pues, el señor Freyre del gobierno sin haber sido banqueteado, aunque en bien distinta forma y alcance de lo que él esperaba. (1906)