Rutina de verano. Esa es la aspiración de la Casa Gris. Es decir, que el relax comience a ganar espacios donde antes las urgencias y tensiones se enseñoreaban cualquiera fuera el ámbito. El Legislativo, por ejemplo, terminó sus sesiones ordinarias y se apresta a comenzar las extraordinarias sin mayores crisis. Y no fue poco lo que pasó por sus bancas: desde destituir (bajo el eufemismo de suspensión ad infinitum) a uno de los titulares del Ministerio Público, aprobar el uso de medicación a base de marihuana, instalar con una media sanción la paridad de género en la representación de cargos electivos en cuerpos colegiados, sólo por citar los ejemplos más frescos que se dieron en las últimas semanas.
Tampoco dejaremos de mencionar la sanción definitiva de una ley que es inédita al menos en la América católica donde la educación ha sido una cuestión en la que la política se ha tenido que batir por los espacios con ese y otros credos. Jorge Obeid contaba que cuando asumió de intendente le avisaron que el secretario de Cultura y Educación de la ciudad lo ponía el arzobispo (otro tanto pasaba con el secretario de Educación Privada en la provincia) y entonces llamó a Storni y le pidió que no fuera alguien de la Acción Católica, por una cuestión de discreción. El prelado le envió al presidente de la Acción Católica de la arquidiócesis. La ley 1420, de educación laica (increíblemente derogada por CFK para congraciarse con un Papa que asumió siendo su enemigo partidario interno), fue una batalla memorable del progresismo verdadero y quienes entonces la promovieron fueron catalogados de diabólicos. Así lo habían sido las maestras que trajo Sarmiento de EEUU, los muchachos que siguieron Deodoro Roca en Córdoba en 1918, y ejemplos sobran.
La ley que en Santa Fe equipara casi a un docente particular a uno público cuando el establecimiento donde se desempeña recibe fondos del Estado, directos o indirectos, cuyas patronales son las distintas iglesias en la mayoría de los casos, será una discusión que le espera al gobernador Miguel Lifschitz el año que viene. Los docentes lo presionarán para que la promulgue y posiblemente la patronal busque demorar la decisión. Será interesante ver qué argumentos usará ante el gobierno de un frente integrado por al menos tres partidos que hacen profesión de fe de su laicismo, cuando no de su agnosticismo.
Será, en todo caso, un entretenimiento más en un entretenido año electoral y hasta es probable que ni siquiera resulte el más resonante o llamativo.
El final pacífico del tironeo con la Festram por el valor de bono de fin de año para los empleados municipales en las últimas horas es otro dato que alienta la ansiada rutina estival. La federación de gremios del sector estiró peligrosamente la cuerda y José Corral actuó su parte a la perfección anunciando que iniciaría negociaciones individuales. Eso habría balcanizado el escenario. Casi 400 municipios y comunas embarcados cada uno en su propia discusión, podría haber sido caótico. Para el gobierno pero también para la Federación que perdería la voz cantante y representatividad única en la discusión.
Finalmente pasaron sin mayor aspaviento las audiencias públicas para que el gobierno pueda, con algunos retoques, aumentar las tarifas de agua y energía eléctricas, dentro de lo que tiene planificado. Falta este martes la del gas en la ciudad de Santa Fe pero se trata de un servicio al que la Casa Gris quiere echar mano compitiéndole a Litoral Gas con una empresa estatal y marcha en ese rumbo.
Si algo faltaba, el otrora intendente y ministro (provincial y nacional) peronista convertido en el nuevo ministro estrella de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, acaba de darle un espaldarazo de incalculable valor a la reforma constitucional que quiere el gobernador, reelección incluida, durante una disertación que diera en Santa Fe.
Lifschitz viajó el miércoles en helicóptero a acompañar en Olivos a Macri para el lanzamiento de un plan sobre adicciones y volvió a las tres horas para agasajar con una cena a defensores del pueblo de todo el país: "La nueva Constitución de Santa Fe será la más abarcativa e inclusiva en derechos individuales y sociales", les prometió.
Sin conflictividad social legítima en el horizonte se avecina un brindis de fin de año tranquilo —Lifschitz cree que los fantasmas de diciembre podrían estar conjurados: según le dijo el presidente Mauricio Macri a este diario "los brotes verdes explotan en esta provincia" y en verdad Santa Fe creció, menos de dos puntos pero creció mientras que la economía nacional, no— a menos que alguien se ocupe de fabricar malestares masivos y alentar reacciones confrontativas. Algo que no aparece hasta ahora en los radares del espionaje vernáculo..
Para los rosarinos de verano no siempre es un concepto claro. En esta ciudad no hay costumbre de pausar actividades en horas de la siesta como en la capital o el norte provincial. Es para los privilegiados que tienen piletas en sus casas, accesos a clubes con ellas o posibilidad de ir a la laguna un anticipo vacacional. Para los que no, la agónica subsistencia que generan escalas mercuriales que trepan siempre por encima de los 45 grados. Lo que menos se tiene es ganas de salir a la calle a protestar por algo.
Aun así los políticos se esfuerzan por nutrir las crónicas que tan necesarias les serán en pocos meses nada más, cuando ya estén en campaña. El ministro Rogelio Frigerio le dijo a este diario que el gobernador Lifschitz no descartaba convocar a los comicios municipales santafesinos (para renovar concejales y en una de esas intendente en Santa Fe aunque ello todavía es la vaina con la que Corral amenaza). "No hay todavía cronograma electoral", se ataja sin confirmar ni desmentir nada, el intendente presidente de la UCR.
Ayer cuando le pregunté a Lifschitz por lo que había dicho Frigerio me respondió: "Es una idea".
—¿Entonces llamará a elecciones conjuntas?
—"No".
—(Yo, perplejo) "¿...?"
—Lo vamos a definir por consenso en el Frente Progresista —me aclaró el gobernador.
—Ahhhhhh (atiné a darme cuenta de que ninguno está todavía diciendo nada).
La unificación no la quieren los radicales, como es harto sabido. Tampoco la dirigencia del PRO de Rosario, que quiere ganarles a los socialistas en ambas contiendas. Sçi la piden los peronistas y algún sector socialista. Esto hace ver diferente la respuesta del jefe del Ejecutivo santafesino.