Si el gobierno nacional no toma intervención directa en la estrategia de campaña de Cambiemos, Roy López Molina no será candidato a intendente. Hoy, está convencido el ganador de las últimas elecciones en Rosario, que no están dadas las condiciones para que se presente a competir por la Municipalidad.
Inesperadamente, la situación política de López Molina y del macrismo rosarino se transformó en una caja de Pandora. Nadie sabe qué saldrá de su interior el 22 de febrero, cuando cierren las listas. En ese sentido, López Molina requiere de una presencia de peso en Rosario de su gobierno.
"Está claro que la estrategia para Santa Fe conducida con manos santafesinas nos lleva a perder, como en 2015. No hay proyecto Rosario, el único proyecto es perder por poco, como ha venido sucediendo, salvo en las elecciones que yo gané. Pero no quiero participar de un proyecto que, además de perder por poco, significa llenar las listas con parientes y amigos", le escucharon decir al edil que, desde el 21 de diciembre de 2018, no aparece por los lugares que solía frecuentar.
Aunque desde el PRO Rosario dijeron que el edil está fuera de radar por "problemas personales", en el entorno de López Molina desmintieron la especie: "No hay problemas personales, hay diferencias de estrategia. Las condiciones no están dadas para ser candidato, aunque no quiere decir que no vaya a ser. Se decide en los próximos días", le escucharon deslizar.
De acuerdo a lo que pudo saber LaCapital, el presidente Mauricio Macri fue informado de la situación particularísima que atraviesa Cambiemos, que podría quedarse sin su principal actor en Rosario, a la par que ingresaría en una dura interna entre Federico Angelini y José Corral. Ambos protagonistas se reunieron la semana pasada. Vocean que el diputado provincial habría recibido propuestas para bajarse de su postulación a la Casa Gris, a cambio de una banca a diputado nacional.
López Molina insiste en que no hay problemas personales y que no influenciaron su ánimo "los afiches promocionando una candidatura alternativa de (Gabriel ) Chumpitaz". Y, en ese sentido, no lo motiva una "estrategia liderada por (Julián) Galdeano", presidente de la UCR.
Cree el edil que "ganar para perder" es atacar a Corral en la campaña para las primarias. "No formo parte del «matemos a Corral» para que Cambiemos se rompa y le regalemos otra vez las elecciones al socialismo. No quiero que las elecciones en Rosario sean subsidiarias de las provinciales", piensa.
Lo curioso del caso es que López Molina tampoco se dejó ver con su último grupo de pertenencia, integrado por Ricardo Schlieper, Sergio Más Varela, Germán Mastrocola, entre otros. Fue invitado a reuniones, pero no apareció.
Desde el análisis político cuesta entender cómo la situación interna de Cambiemos derivo en esta crisis. Y cuesta entender la falta de contención política del gobierno nacional a quien cosechó más de doscientos mil votos en Rosario, y se encaminaba a convertirse en potencial intendente de la ciudad.
En una conversación que este diario mantuvo con fuentes altísimas de Casa Rosada, éstas dijeron que estaban de acuerdo en una lista de unidad para las elecciones a gobernador, y que respaldaban la candidatura de López Molina en Rosario. Pero dejaron abierta la posibilidad de aceptar una competencia en primarias entre Corral y Angelini.
En los próximos días se sabrá si todo se soluciona bajo el paraguas nacional o si López Molina renuncia a su candidatura. Por lo pronto, Jorge Boasso evaluaría una postulación a intendente si es que el concejal no se presenta. Chumpitaz, en ese caso, podría ser también de la partida. Sólo el tiempo está en condiciones de saber si hay una salida al laberinto macrista.
"López Molina es el Plan A. El es nuestro candidato a intendente y, con gusto, trabajaremos juntos", mensuró Angelini, quien, pese a las objeciones que hoy pone el concejal fue su jefe de campaña en la interna de 2017 contra Anita Martínez.
Mientras López Molina permanece con su "silencio reflexivo", la campaña de Cambiemos se reduce a un plano estrictamente provincial, algo que le quita chances en el mientras tanto. Sin embargo, el cierre de listas está planteado para el 22 de febrero. De ahí en más comenzará la campaña verdadera. López Molina tomará una determinación unos días antes de la clausura de nóminas.
Ayer, Corral se mostró en Rosario con Lucas Incicco, probable candidato a vicegobernador si no hay un acuerdo con el sector de Angelini. En tanto, Angelini recorrió medios nacionales tratando de instalarse.
Al margen de los posicionamientos temporales, habrá que ver si el gobierno nacional mantiene su decisión respecto de que los candidatos a gobernador después no puedan ser postulantes a otro cargo nacional. Si esa posición se traslada a los hechos muchos reconsiderarán su futuro inmediato.
Por ahora, el ojo del huracán macrista está centrado en el lugar menos esperado: Rosario. Un par de llamadas desde Balcarce 50 podrían bastar para ordenar la casa. ¿Sonarán los teléfonos?