La política en democracia debe dar cuenta de que la realidad de todo en todos es la cotidianeidad. La gente quiere mejorías aquí y ahora. No cree en grandes proyectos a largo plazo. ¿Qué hacer cuando las soluciones requieren de tiempo? Será la nueva política democrática la que dé respuestas. La ciudadanía está demandando que lo constitucional sea relevante para constituir mejor vida en su diariedad. Las normas constitucionales de los siglos XIX y XX de grandes trazos y de largos tiempos son en esta actualidad altamente insuficientes. El tecnicismo jurídico de plantear en los textos constitucionales derechos que para ejercerlos necesitan de leyes complementarias generan profunda decepción en la ciudadanía. Lo constitucional debe tener utilidad práctica e inmediata en todo lo posible para que la gente tenga buen vivir y posea una profunda credulidad. La velocidad en los derechos y deberes deben ser para avanzar y no para atrasar. La nueva constitución provincial debe dar respuesta a eso. Las constituciones que más estén en la cotidianeidad de la gente serán las valoradas.