El primer marco que debemos dar al debate sobre el "Plan Maestro" en educación es que no hay proyecto por fuera del proyecto. En un modelo de exclusión, achicamiento del estado, políticas para favorecer los poderes económicos concentrados, entre otras cosas el "Plan Maestro" debe entenderse como la herramienta del programa de ajuste aplicado a la Educación al Sistema Educativo específicamente.
En este sentido la formulación, puesta en escena y difusión del "Plan Maestro" no difiere de otras acciones del gobierno de Mauricio Macri: no se piensa en términos de política pública sino, más bien, en términos de política publicitaria. El documento de presentación, que analizaremos más adelante, no es más que un plexo de potenciales ("hay que" "se debe" "sería importante", etc.) que contienen a manera de síntesis una serie de metas que son formuladas tipo slogans de campaña.
Detrás de la "nobleza" y "bondad" de los fines/metas declarados en el "Plan Maestro" se esconden procesos que aspiran llevarse por delante instituciones tales como: la Ley de Educación Nacional, la Ley de Financiamiento Educativo, Ley de Formación Técnico Profesional, las paritarias, el incentivo docente. Desmenuzar el "Plan Maestro" muestra la cara del "Plan Macabro". Como en toda publicidad engañosa lo que se muestra no es igual a lo que se vende.
Los latiguillos que mil veces se han escuchado en el sistema educativo, acompañados de los silencios ante las preguntas que nunca se responden: lo "universal" como respuesta a todo: el "Plan Maestro" no sale de la declaración políticamente correcta de universalizar "algo" del sistema educativo. Puede ser la sala de 3 o la educación secundaria -que ya es obligatoria-. Nunca se explica cómo. Respuesta muy necesaria en un contexto en el cual el plan económico impulsado por el gobierno nacional es de ajuste y pobreza.
¿Cómo se universaliza cuando hay cada vez más excluidos?
∞ Aumentar "el tiempo de enseñanza": ¿dónde y con qué? Si no se construyen escuelas, no se invierte en infraestructura ni equipamiento, no se crean ni horas ni cargos docentes.
∞ Fomentar la "innovación pedagógica": ¿con qué ideología? ¿Con la de Alejandro Rozitchner que promueve la idea de que el "pensamiento crítico" es un valor negativo, promoviendo como alternativa "talleres de entusiasmo"?
∞ Avanzar hacia un "buen sistema de información": en un modelo de persecución y estigmatización constante del sistema educativo abarcando docentes, alumnos, escuelas. Es al menos llamativa la promoción que enarbola el plan de tener "información nominal" de docentes y alumnos ¿qué destino se le dará a la misma? ¿Para qué fines se usará?
∞ Promover "más y mejor carrera docente": la carrera docente nuevamente queda equiparada al ascenso. Muy coherente con un modelo que promueve la meritocracia como valor despojada de todo contexto, como si todos los docentes partieran de la misma base y con las mismas oportunidades ¿la posibilidad de incremento de horas (dentro de una jornada laboral razonable) y la concentración de las mismas no hacen también a la carrera docente? ¿No tienen directa vinculación con las condiciones de trabajo? Nuevamente se omite al 30 por ciento del sistema educativo: la gestión privada. Un estado ausente que mira hacia otro lado a la hora de regular el derecho a la carrera docente en el sector.
∞ Alcanzar "buenos salarios docentes": en un modelo de congelamiento salarial donde se ponen techos a las discusiones paritarias el "plan" no expresa como podría alcanzarse esta mejora. Sin embargo varios exponentes de las ideas del gobierno nacional expresan que la "culpa" de los bajos salarios es de los sindicatos docentes que constantemente "demandan" la creación de cargos y horas. La solución que se ve entre líneas siempre es la misma: ajustar. O se recorta por los sueldos o se recorta por las fuentes de trabajo. ¿Cómo se conjuga este recorte con la universalización? El "plan" no tiene respuestas.
∞ Invisibilización de la paritaria federal docente: en los hechos no se puede hablar de una "derogación" o "desaparición" de la Paritaria Federal Docente. El "plan" simplemente decide no mencionarla. Borrarla de las palabras. Negarle entidad. Utiliza todo tipo de eufemismos para nombrarla. Para el "Plan" la dignidad del salario docente es una actualización estándar del 20 por ciento del salario minino federal por encima del Salario Mínimo Vital y Móvil.
∞ Fomentar la "universalización de las TIC's": llamativa aspiración de un modelo de gestión que cerró el Plan Conectar Igualdad como bandera de recorte. ¿Se puede esperar algo novedoso? Nada. Excepto más recortes.
∞ "Mejorar la educación superior": Es llamativo que "el Plan" ponga entre los problemas del nivel que el 94 por ciento del presupuesto se destine a sueldo. Evidentemente para este gobierno los salarios siempre serán parte del problema. No hay referencias claras a una nueva Ley de Educación Superior ni sus lineamientos. El "plan" no tiene "plan"
∞ Estudiar "pertinencia de los contenidos" de la Educación Superior: El "plan" habla de fortalecer la pertinencia de la educación superior. ¿En base a qué se determinaran los perfiles de egresados? ¿A la demanda del mercado? En un modelo de destrucción de la industria nacional ¿Volveremos a promover el estudio de idiomas para tener inserción laboral en los Call Centers? ¿O el de la It Girl que promueve Tecnópolis?
Todos los indicadores expresados ratifican la idea de que el "Plan Maestro" no es ni más ni menos que la expresión del Ajuste en el ámbito del sistema educativo. Sin embargo para que no queden dudas, y casi a manera de conclusión, hay dos puntos que vertebran la perversidad del mismo: la financiación y la finalidad.
Financiación: el "plan" sin ningún tipo de amagues expresa: "Nuestro país ha concluido el período de implementación de la Ley de Financiamiento Educativo habiendo cumplido el objetivo de destinar al menos el 6 por ciento del PIB exclusivamente a educación, ciencia y tecnología. Asimismo, la Ley de Educación Nacional ha fijado la meta de destinar este mismo porcentaje del PBI de manera exclusiva al sector educativo. El Plan considera declarar protegida esta inversión educativa, de manera que no pueda ser objeto de ajustes".
Dicho en palabras concretas: mientras los sindicatos y otros actores del sistema educativo promueven la ampliación de la Ley de Financiamiento Educativo para llevar la inversión a un 10 por ciento del PBI, el "plan" protege (es decir congela) esa inversión en el 6 por ciento. Como si fuera poco, en un calco de los 90, el gobierno nacional fiscalizará a través de "acuerdos anuales" ¿pactos fiscales? "la generación de incentivos para un mayor esfuerzo financiero por la educación y la concreción del "Plan Maestro" en políticas provinciales que contribuyan progresivamente al cumplimiento de las metas establecidas." Ni más ni menos que volver a transferir las cargas presupuestarias del sistema educativo a las jurisdicciones, volviendo el sistema educativo más pobre, desigual y atomizado.
Finalidad: casi como un dogma el Plan sostiene que "en la mayoría de los países los sistemas educativos mantienen prácticas del siglo XX (o incluso del siglo XIX) que no corresponderían con el nuevo contexto y retrasarían el progreso (World Economic Forum, 2016)"
"Retrasar el progreso" no es ni más ni menos que a justificación que usan los liberales para legitimar la inserción de los países en la división internacional del trabajo que modelan los grandes centros de poder económico internacional pensando en su propio desarrollo en detrimento del desarrollo de los pueblos.
Es aquí donde el Plan muestra su verdadera cara: donde la educación debería ser una herramienta para la emancipación y la liberación, las políticas de gobierno pretenden convertirla en un arma de dominación y dependencia. Definitivamente el "Plan Maestro" no es otra cosa que un "Plan Macabro".
Martín Lucero y Patricia Mounier
Secretarios generales Sadop Rosario y Santa Fe