"No te rindas, aún estás a tiempo/ de alcanzar y comenzar de nuevo,/aceptar tus sombras, enterrar tus miedos,/ liberar el lastre y retomar el vuelo". Poema de Mario Benedetti, fragmento
Por J. E. King
"No te rindas, aún estás a tiempo/ de alcanzar y comenzar de nuevo,/aceptar tus sombras, enterrar tus miedos,/ liberar el lastre y retomar el vuelo". Poema de Mario Benedetti, fragmento
Aseguran los estudiosos que la conexión entre sucesivas generaciones permite que una sociedad exista y no se extinga. Un encuentro entre representantes de distintas generaciones, desde baby boomers a centennials, pasando por las X e Y, podría permitir analizar en profundidad diferencias como similitudes. Es probable que coincidieran en lo lento que puede ser el proceso de declinación de una Nación minada por la corrupción, la impunidad, la mentira. Y que el dinero lo oculta todo, lo compra todo. Conciencias que perdieron la ética incluidas. Este modelo insustentable y el ocaso neoliberal financiero revelaron hace rato ya sus descarnados rostros. Y las repetidas inconsistencias no pudieron ser rescatadas por el sobretodo de plomo que significó el pretendido rescate financiero del FMI. El proyecto concentrador de riqueza siguió su marcha como nuevo jinete del apocalipsis. Siniestramente se avanzó con el proyecto concentrador de la riqueza. Como nunca el dólar y su suba descontrolada ocupan un lugar clave en la formación de los precios empujándolos a una espiral que acelera una inflación indetenible y destrucción de los salarios. Y es en esta instancia donde las distintas generaciones, sufridas por igual, coinciden. Generaciones de ayer y de hoy saben que los que anhelan obtener su primer trabajo no lo encuentran. Y los que milagrosamente conservan el suyo soportan condiciones de esclavitud. Jubilados sostenedores de un sistema al que aportaron toda su vida esperando una justa protección al final de sus días, enfrentan la gran estafa de manos de inescrupulosos en un deterioro social inimaginable al que el poder decisorio interesa poner término. El principal enemigo de los adoradores del Becerro de Oro es el populismo. Y como los golpes de Estado son odiosos, se los reemplazó por agazapadas alianzas entre el poder real de las elites económicas y el poder judicial con el aval de naciones extranjeras de vocación intervencionista y medios hegemónicos. El derecho a vivir en democracia exige el cumplimiento de otros derechos que hoy no están garantizados. ¿Cómo pensar en un futuro que pueda remontar una herencia nefasta? Opositores de las diferentes generaciones pueden encontrar, juntos, una salida. La que sea. Nada será peor que esta enfermedad inmune hasta a los exorcismos que diezma a la Nación. Será imprescindible en este tiempo aciago rescatar lo que el Papa Juan Pablo II llamó "virtud social fundamental". Que no es más ni menos que "la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común para que todos seamos verdaderamente responsables de todos". Que el prójimo vuelva a existir. Porque renacer siempre es más que sobrevivir.