El jueves se conoció en el Concejo un proyecto que en la misma sesión resultó aprobado. Prohíbe el estacionamiento en el sector de la avenida costera Humberto Illia entre Italia y Dorrego para eliminar -dice- los “cuellos de botella” que se producen y facilitar el giro a la izquierda por Dorrego. La ciudad tiene una colección de medidas de tránsito que no dieron el resultado esperado y la prueba está en los atascos diarios que se ven en tantas zonas y un tránsito que pone los nervios de punta incluso al conductor más paciente. Pero en este caso, se supone, el cambio conseguirá los objetivos esperados si se tiene en cuenta ciertos detalles. Por ejemplo, que uno de los autores de la ordenanza, el longilíneo Enrique Estévez, prácticamente vive enfrente de la arteria y desde su balcón habrá analizado días y días la problemática y cómo resolverla. Un vecino suyo seguramente habrá de ser otra voz calificada, nada más ni nada menos que el director de Tránsito, Gustavo Adda. No se sabe si lo consultó, pero forman parte de la misma gestión, la del socialismo. Y una tercera figura, que nadie aventura si se hará el desentendido ante el tema, es el titular del sindicato municipal, Antonio Ratner, también vecino de la cuadra. Por si faltara alguien más, también hay un director del Banco Municipal por la calle Güemes (aunque sus preocupaciones son lógicamente otras) y un conocido matrimonio de periodistas que aparecen elegantes en la pantalla del cable y cuyo balcón da prácticamente de frente al giro de la avenida y Dorrego. ¡Qué territorio elegido por celebridades!