Diciembre está a la vuelta de la esquina. Alberto Fernández, Omar Perotti y Pablo Javkin cumplirán un año al frente de sus gobiernos sin nada que festejar.
Por Mauricio Maronna
Diciembre está a la vuelta de la esquina. Alberto Fernández, Omar Perotti y Pablo Javkin cumplirán un año al frente de sus gobiernos sin nada que festejar.
El problema más severo, y de orden global, lo tiene el presidente de la Nación, a quien nunca se le alinearon los planetas. No tiene política, la economía está en un momento pésimo y no encuentra al menos una táctica para que se lo vea como un líder emergente, pero líder al fin.
A veces pareciera que Fernández estuviera aguardando algo peor a esta realidad o un súbito mejoramiento de la gestión. El gabinete —al fin sus fusibles— es de una pobreza pocas veces vista desde 1983. A algunos no se les conoce la voz.
La Argentina que está, y mucho más- la que viene, necesita de equipos calificados para trabajar en la emergencia, con una mínima visión de futuro. La cuarentena ya fue dejada de lado por los gobernantes y por la gente. Como siempre, la economía y el metro cuadrado de los habitantes de las ciudades será lo que la sociedad merituará para seguir dando apoyos o mutar hacia otro lugar.
Massa, siempre Massa
La oposición tiene problemas históricos para constituirse en alternativa y esa es la mejor noticia para los oficialismos. Cristina Kirchner sabe que la única garantía de éxito ante un gobierno tan malo es apelar a la unidad del Frente de Todos. Si se cae una pata de esa mesa, empezarán los problemas. Por eso, Sergio Massa tiene en las últimas horas libertad de movimiento sin que nadie lo salga a torear.
Es más, en ciertos pasillos de la política se dice que el extrovertido presidente de Diputados podría llegar a ser el nuevo Fernández de Cristina. Suena fuerte, en el contexto de que fue el propio Massa el que prometió meter presos a los kirchneristas en 2015.
Fernández, de a poco, acerca a Juan Schiaretti, intentando esbozar la presencia de una futura Liga de Gobernadores. “Eso no existe, los gobernadores están abajo de la cama. Les preocupa que Fernández tenga el precio tan bajo. ¿Por quién se van a jugar? Son casi todos conservadores que quieren preservar su terruño”, apuntó una fuente del propio gobierno nacional.
Sea como fuere, se vienen momentos decisivos, en los que Fernández deberá mover fichas. El aumento del dólar ya le consumió crédito y hay mucho tiempo por el futuro inmediato. Ejemplo inflación y desabastecimiento.
En Santa Fe y Rosario la canción sigue siendo la misma: la inseguridad. Ayer y anteayer, en la ciudad hubo cuatro asesinatos en quince horas y robos múltiples en zonas del macrocentro. Es un problema para el gobernador, porque a esta altura ya los fusibles debieron haber saltado y paga los costos él.
Pasan cosas extrañas en la política santafesina que, a veces, pasan desapercibidas. El proyecto de ley sobre ART salió aprobado en la Cámara baja merced al voto del Frente Progresista y de Juntos por el Cambio. Integrantes del Frente de Todos (caso Lucila de Ponti, del Movimiento Evita, entre otros legisladores ) votaron en contra y se abstuvieron el presidente del bloque oficialista (Leandro Busatto) y el presidente del PJ (Ricardo Olivera).
Uno de los que más bregó para la aprobación del proyecto fue el ministro de Trabajo, Roberto Sukerman, integrante de La Corriente como Busatto. “Es una excelente ley, producto del consenso”, afirmó ayer el ministro de Trabajo. Los senadores, disciplinados, votaron todos a favor.
Como se escribió aquí mil veces.eEn el gabinete de Perotti también podrían pasar cosas en diciembre, aunque el rafaelino es poco proclive a adelantar movimientos. La mejor manera de saber cómo está un gabinete es escuchar a sus propios integrantes hablando de sus pares. No quieran saber, no le pregunten a nadie lo que se dice en esas carpas.
En las últimas horas crecieron las especulaciones sobre la suspensión de las Paso de 2021, con lo cual todos los partidos y frentes deberán hacer un máximo esfuerzo para consensuar listas. La caída del gobierno en las encuestas hizo que Miguel Lifschitz volviese a las rutas y esté pensando en ser candidato a senador nacional. “Miguel, no hay 2023 sin 2021”, le repiten. Las últimas encuestas lo muestran muy bien posicionado.
En Juntos por el Cambio hay un duelo de espejos para ver quién está más cerca de Horacio Rodríguez Larreta, quien hace juntadas con todos por videochat. El jefe de Gobierno, a diferencia de Mauricio Macri, quiere contener a todo el radicalismo santafesino y mandó a preguntar si habrá chances de poder tener una foto con Lifschitz. Habrá que esperar para saber cómo se las arreglarán para componer las internas sin Paso Federico Angelini y López Molina.
El intendente Pablo Javkin quiere jugar su partido en las elecciones de mitad de mandato. “Yo no renuevo ningún concejal, será una oportunidad para tener fuerza propia”, le escucharon decir al intendente. También ahí habrá que ver cómo juega la interna con el socialismo si es que no hay Paso.
De no haber primarias, todo el cronograma se corre desde agosto a octubre. Un domingo como hoy, pero en el octubre próximo, ya tendrá todos los diputados, senadores y concejales electos.
¿Cómo harán los políticos para ofertar sus productos electorales cuando la sociedad no quiere ni oír hablar de esas cosas? Nadie tiene esa respuesta, y los inquieta. Pero tampoco falta mucho para saberlo.