Vivo en la calle Urquiza. El 8 de junio, pasadas las 13.30 fui testigo de unos hechos que no puedo borrar de mi mente y de mi corazón. Un hombre intentó abrir un auto y robar objetos que había adentro. El dueño del vehículo, a pocos metros, advirtió la maniobra. Lo tomó al ladrón, le pegó puñetazos, consiguió tirarlo al suelo y comenzó a patearlo con fuerza. El ladrón gritaba y pedía auxilio. Los transeúntes se detenían y observaban, los vecinos nos asomamos a las ventanas y algunos comenzaron a arengar: "¡Matalo! ¡Matalo!" El ladrón estaba tirado en la calle. Un joven se acercó al hombre que había sufrido el intento de robo e intentó calmarlo, le hablaba con serenidad. El ladrón seguía tirado en la calle y el hombre que había sufrido el intento de robo se acercaba y le pega patadas con todas sus fuerzas en la cabeza. Era tal la violencia que algunos empezamos a decir, en voz alta, que por favor no le pegara más. El joven que había intentado calmar al hombre volvió y se paró junto al ladrón que yacía boca abajo, inconsciente, a modo de barrera. Una joven mujer comenzó a increparlo: "¡Dejá de defender a este! ¡A mí estos tipos me mataron a un familiar!" A los pocos minutos llegó la policía y poco después el Sies, cuyo personal, con toda diligencia, profesionalidad y diría que "amorosamente" levantaron al ladrón y lo llevaron a un centro médico. Al joven que, en solitario, trató de calmar al hombre que había sufrido el intento de robo y que luego no dejó de estar parado cerca del ladrón para evitar que acabaran con su vida, vaya mi admiración y mi respeto. Porque la barbarie no puede convertirnos en bárbaros, porque somos capaces de cometer los mismos horrores que condenamos. Porque el ladrón necesita arrepentirse, y el hombre que lo golpeó salvajemente también.
Vicentin y la Caja de Pandora
Reafirmando lo que proclamó Mariotto y demostrando que lo que agregó Dady Brieva, no era un chiste sino el comienzo de una escalada del pensamiento castrocomunista de Cristina, el profesor universitario anunció la estatización de una empresa privada nacional. Es seguro que lo realizarán, Cristina siempre redobla las apuestas aunque tenga que llevarse puesto al mundo. El tema preocupante no es este capricho, sino que este acto abre una Caja de Pandora que terminará con la empresa. Además de los juicios que seguirán a este disparate, está la oportunidad que le brindará en bandeja a los pescadores de río revuelto. El primero será el sindicato aceitero, que ve una oportunidad única de tener una empresa y además asegurada por el erario público. Pasarán a ser empleados públicos con todos los beneficios que esto representa. Es por eso que, de no confirmarse la estatización, los próximos días comenzarán los conflictos gremiales en esta empresa, hasta tornarla inviable. La historia siempre se repite, por eso el peor pecado de los votantes argentinos es no tener memoria. Muchachos, el tema no es cambiar de collar sino de dejar de ser perros.
Julio R. Sánchez
DNI 6.043.532
Vigencia del carné de conducir
Agradeceré a la Municipalidad de Rosario que informe si continúa la prórroga referente a la vigencia del carné de conducir para el grupo de riesgo de Covid-19. Cito textual lo descrito en la página oficial del gobierno de la Provincia de Santa Fe: "el riesgo de complicaciones aumenta en personas mayores de 60 años y personas con afecciones preexistentes (enfermedades cardiovasculares, diabetes, y enfermedades respiratorias crónicas)". Dicha información resulta imprescindible, ya que a través de los medios, la Municipalidad comunicó a la población que el 10 de junio se reabrieron los Centros de Distrito para tramitar el carné de conducir.
Helio Vazquez
DNI 6.037.268