Infaltable. Como un estremecimiento anunciado, después de transcurrida la primera semana de enero, comienza el drama de Jesús María. Me niego a llamarlo "festival" porque nadie que se considere sano puede festejar la tortura. Nadie que se estime como persona humana puede exponer a sus hijos a un espectáculo bochornoso y sádico, donde un jinete pretende sojuzgar a un indefenso equino a fuerza de rebencazos, cinchas apretadas y espuelas afiladas. La tradición no legitima esta muestra legalizada de explotación y usufructo de los animales inocentes en beneficio de las arcas de algunos pocos, que sólo valoran sus propios y mezquinos intereses. No es necesario apalear a un caballo para demostrar nuestra argentinidad ni el grado de machismo de que algunos se ufanan. Catarsis del odio descargado sobre el débil, postreros y ridículos intentos de demostrar que el hombre es superior a los animales no humanos porque la fuerza de su violencia es más poderosa y cruel, ésta es la simbolización más ajustada del aberrante espectáculo de Jesús María. Los cantores populares, juglares del amor, profanadores de corazones, adversarios de los tiranos, son cómplices de esta burla siniestra a los derechos de los animales. Su coro de silencio los convierte en protagonistas claves de una historia de esclavitud, tortura y muerte. La tradición es alegría, arte, música, danza,canción, poesía. No puede ser teñida por el dolor y el sufrimiento de seres no humanos, conscientes, inteligentes, capaces de dar y recibir afecto y actuar en consecuencia. El circo romano también era visto como tradición. Todos estos "festivales" que se caratulan bajo el mismo rótulo, nada tienen que envidiarle porque son sus herederos universales. El gozar con el sojuzgamiento y la tortura del otro no es un espectáculo es una enfermedad. Un mundo sin esclavitud y dolor animal es posible Y muy pronto será factible.
Psicóloga Felisa Aurascoff
Asociación Animalista Mahatma Gandhi
DNI: 6.433.038
Veo con sorpresa que la película "Roma", del mejicano Jorge Cuarón, ha sido nuevamente premiada. Seguramente están preparando el terreno para arribar al Oscar. Sin temor a equivocarme, debe ser uno de los filmes más aburridos que vi en mis 68 años de vida. Siempre pensé que "Los hijos de Fierro", de Pino Solanas, era la peor película que soporté en un cine, en paralelo con "El Cid", con Sofía Loren y Charlton Heston, dirigida por Anthony Mann: me fui antes de caer en los brazos de Morfeo. Pero la decadencia y la falta de ideas para que el llamado séptimo arte sea convocante va impregnándose de la mediocridad en que estamos inmersos en éstos tiempos en que lo cultural ha pasado a ser un recuerdo.
María Rosa Rovira
Sobre el humor de verano
Sabido es que el humor popular no tiene estación durante el año, pero como estamos de vacaciones quiero compartir un par de secuencias risueñas acontecidas en estos días. Un señor entró a la panadería, pidió pan y facturas y cuando le iban a dar el vuelto, la joven le dijo: "¿Le puedo dar...?", y se quedó callada. El hombre miró a la góndola que la joven le señalaba y le dijo: "Si, ya sé, ¿cuernos?". Y, girando la cabeza, me dijo: "¿Más todavía?". A lo que respondí con una sonrisa. Entonces el hombre dijo: "Sí. Deme cuernos". La joven, sonrojada, quería explicarle que hay hombres que pueden interpretar mal lo que ella le dice. Tras lo cual, el señor me dijo en voz baja, obviamente en broma: "Si al final ya estoy acostumbrado". Luego, me atendió a mí y yo le dije de entrada nomás: "A mí no dude en ofrecerme cuernos porque los luzco con orgullo". La chica sonrió y me despachó. Otro caso muy gracioso fue con mis sobrinos nietos pequeños cuando me pidieron que les contara un cuento de miedo. Yo le inventé una historia cualquiera y ellos escucharon atentos. Al final, una de mis sobrinas de tres años y medio me dijo con voz temerosa: "¿Sabés tío que yo el otro día fui de noche al baño y escuché una voz?". "¿Ah, sí?", le respondí. A lo que agregué simulando estar asustado: "¿Y qué te dijo la voz?". "Nada", me respondió. ¡Qué voz más extraña!
Daniel E. Chávez
DNI 12.161.930
Me dejaron sin teléfono
Hace como diez meses acudí a Parques y Paseos reclamando la poda o escamonda de unos árboles en cuyas ramas se enroscan los diferentes cables de servicios. Es en J. C. Paz al 800, vereda par. Este lunes, después de mediodía, cortaron algunas ramas y me dejaron sin teléfono. Somos adultos mayores y dependemos del servicio.
Angela Trani