Hoy se cumplen diez años del fallecimiento del doctor Juan Carlos Gardella, quien
se fuera en la plenitud de su labor universitaria, y de militancia por los derechos humanos. Fue
fundador y director del Centro de Estudios e Investigación en Derechos Humanos de la Facultad de
Derecho de Rosario, que lleva su nombre, junto con un grupo de profesores que lo acompañaron en tan
valioso emprendimiento.
En esta fecha, rescatamos la memoria, su ejemplar trayectoria y los principios que
nos legara: integridad, nobleza, sabiduría, consecuencia y compromiso con los derechos humanos.
Juan Carlos nació en Paraná (Entre Ríos) el 20 de enero de 1931. De joven, militó
en el Partido Humanista Universitario. En 1954 se graduó en la Facultad de Ciencias Jurídicas y
Sociales de la Universidad Nacional del Litoral. Desde 1963 a 1968 se desempeñó como juez civil y
comercial de 1ª Instancia de los Tribunales Provinciales.
En su paso por la Justicia provincial la enalteció con una actitud de honestidad y
coraje que fue y es un ejemplo de independencia de un magistrado.
En el año 1968, cuando se cumplían los 50 años de la Reforma Universitaria, Juan
Carlos Gardella junto con sus colegas del Tribunal (los doctores Armando Fábrega y Enrique
Basualdo) resolvió favorablemente un amparo, presentado por la Comisión de Homenaje a la Reforma
Universitaria, contra las autoridades locales que habían prohibido la realización de un acto
conmemorativo público y autorizaron su realización. Concurrieron personalmente a notificar a las
autoridades la sentencia judicial. El acto fue igualmente reprimido por la policía, que desobedeció
la orden judicial, y el propio doctor Gardella fue víctima de la misma.
Reprimidos los dos consecutivos actos de homenaje en forma violenta y despiadada,
los jueces no se arredraron y aplicaron luego al jefe de policía de Rosario un arresto de treinta
días. Pocos días después los tres jueces, y entre ellos el doctor Juan Carlos Gardella, debieron
dejar sus cargos por la intervención del Poder Judicial de la provincia, en lo que dio en llamarse
"la intervención Sarachaga", apellido del abogado, de orientación nacionalista católica, que fue
designado y se hizo cargo de la misma el 26 de junio de 1968.
El ejemplo de dignidad, solvencia intelectual e independencia de un magistrado
enaltecen la historia del Poder Judicial en nuestro país, ya que es una de las pocas excepciones
que podemos encontrar a través de toda su historia.
Consecuente con toda su trayectoria, siguió dictando clases de filosofía en las
aulas de la Facultad de Derecho, hasta que el terrorismo de Estado, a partir de las primeras
apariciones de una organización tristemente célebre como "las tres A", comienza a perseguirlo y a
amenazarlo. Debe exiliarse en 1974, primero en Venezuela, y luego a partir de 1975 en Alemania.
En este último país, se desempeñó como profesor e investigador en la Facultad de
Ciencias Jurídicas de la Universidad de Colonia (Alemania) y realizó diversas publicaciones e
importantes traducciones.
Pasada la dictadura del 76, regresa a la Argentina en 1987, se reintegra a la
Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario y funda con un grupo de profesores de
dicha institución el Centro de Estudios e Investigaciones en Derechos Humanos que hoy lleva su
nombre.
Juan Carlos Gardella tuvo la virtud de convocar a numerosos intelectuales de
nuestro medio, extranjeros y a jóvenes estudiantes y graduados de distintas disciplinas.
El Centro de Investigación fue el primero de sus características en la Universidad
de Rosario y ha producido en toda su trayectoria importantes trabajos de investigación en derechos
humanos desde distintas perspectivas, filosóficas, sociológicas, jurídicas y antropológicas, entre
otras, en distintos temas y se ha proyectado socialmente aportando conocimientos e involucrándose
en la práctica concreta de los derechos humanos en reivindicación de los derechos de los sectores
más vulnerables de la sociedad.
Entre tantos temas, cabe destacar que desde el Centro de Estudios e Investigación
se han dirigido los juicios de la verdad y recuperación de la memoria en Rosario y llevan
actualmente, desde las secciones penal y procesal penal, los juicios de derechos humanos en
Rosario, que han sido elevados a juicio oral en los últimos meses.
Gardella no sólo se involucró en la práctica de los derechos humanos y en actividad
académica de la Universidad, sino que se comprometió con la vida institucional de la misma: fue
consejero superior en varios períodos y candidato a rector de la misma por la lista de
oposición.
Desde los distintos lugares de dirección que protagonizó fue un ferviente defensor
de la universidad pública, laica y gratuita, del cogobierno y la autonomía.
También se involucró en la actividad gremial docente, desde donde defendió los
derechos de los profesores, participó en las distintas luchas docentes, desde asambleas, paros,
marchas, congresos y todos los espacios generados en pro de la dignificación del proceso de
enseñanza y aprendizaje.
Su memoria enaltece a la Justicia y a la Universidad. Nos dejó el ejemplo de un
profesor involucrado con los más altos niveles de la actividad académica y de investigación,
reconocido en nuestro país y en el extranjero, pero también la de un hombre comprometido en las
problemáticas políticas de su tiempo, en las causas justas, en las que comprometió su propia
profesionalidad, siempre del lado de los que más sufren.
Fue respetado y querido por sus colegas, por el movimiento estudiantil y por toda
la comunidad universitaria, que siempre ha lamentado tan grave pérdida.
En el presente año se realizarán distintos actos conmemorativos de su trayectoria,
entre ellos el Encuentro de Profesores de Introducción a la Filosofía y la presentación de una
publicación en su homenaje.
Juan Carlos Gardella estuvo y estará siempre entre quienes trabajamos y luchamos
por los excluidos de todos los tiempos.
(*) Directora del Centro de Estudios e Investigación en Derechos Humanos de la Facultad de
Derecho de la UNR.