Florecerán mil candidaturas

¿Y por casa cómo andamos? A 273 días exactos de las próximas elecciones rosarinas, comienzan todos los políticos locales a ajustar las agujas del reloj.

El 22 de octubre, además de diputados nacionales, se elegirán en Rosario 14 concejales, una cifra que convertirá al Concejo en una paleta aún más multicolor que la actual. Al margen de quién sume un concejal más o menos, lo que se definirá es el lugar más alto de la escalera para llegar a los comicios a intendente. Casi, una prueba de tanques llenos.

La aparición competitiva del PRO, desde hace dos turnos electorales, y la posibilidad de una articulación con el radicalismo haría temblar los cimientos del socialismo, que gobierna la ciudad desde hace un cuarto de siglo. Sin embargo, es una opción posible que la UCR vaya con su propia lista, una idea del presidente del partido, Julián Galdeano, para evitar que haya radicales en casi todas partes.

La situación del radicalismo en Rosario es paradigmática. Hay cinco ediles de extracción radical divididos en cuatro bloques. Un dislate propio de la política actual que, además, deja a la claras la inexistencia del partido a la hora de convertirse en el único ordenador de las candidaturas. Unidos, los ucerreístas empardarían cuantitativamente al bloque del PRO y marcarían los pasos. Pero no.

Por primera vez en su historia desde que es gobierno, el debate interno que empieza a brotar en el socialismo es sobre la necesidad de que un extrapartidario encabece la lista a concejal. Hay un nombre en ese casillero: Pablo Javkin.

Esa posibilidad alimenta todo tipo de corrillos internos entre la dirigencia y la militancia socialista. Al ser los comicios un trampolín hacia la Intendencia, si Javkin triunfa no le quedará otra al partido de gobierno que resignarse a esa postulación en 2019.

Los socialistas ya mandaron a la cancha a una espada propia: la edila Verónica Irizar. La ex secretaria de Hacienda tiene un perfil profesional con buen mérito y es una buena espada política a la hora de defender los posicionamientos del oficialismo. "Podrían ser los dos, incluso existiría la posibilidad de confrontar en una interna quién va adelante y quién atrás", dice una referencia partidaria. El secretario de Gobierno, Gustavo Leone, quien subió su perfil público en las últimas horas, también podría ser de la partida. Se verá.

Difícilmente Javkin acepte confrontar en las Paso, porque sabe que el aparato político y territorial del socialismo tiene votos como para ganar. Ya le pasó en las primarias a intendente, cuando triunfó Mónica Fein. Y aquí viene la gran pregunta: ¿el socialismo rosarino se abrirá de golpe al extremo de dejar hacer, dejar pasar una candidatura extrapartidaria? Hagan sus apuestas.

En el PRO, la unificación de las elecciones volvió las estrategias a fojas cero. Si los comicios eran desdoblados, Roy López Molina era la carta para encabezar la nómina a concejal. Hoy en el sector del macrismo en el que transita López Molina creen que la tracción electoral vendrá de la lista a diputado nacional y no es seguro que baje al Palacio Vasallo.

"Habrá que ver si a concejal es una elección de generales o de soldados. Si juegan los potenciales candidatos a intendente tal vez compita, porque ahí hay que ganar o ganar. Pero puede que todos preserven", dicen cerca de López Molina, a quien Mauricio Macri consideró también como posible candidato a diputado.

En el campamento macrista apareció un escenario de internas como nunca antes. López Molina se encuadra en la línea que conduce el diputado provincial Federico Angelini. En la vereda amarilla de enfrente, referenciada en la Fundación Pensar, Agapito Blanco quiere dar pelea pero sabe que le será muy difícil derrotar a López Molina. En los últimos días circuló la posibilidad de una candidatura de Anita Martínez, acicateada por el sector enfrentado a Angelini y Roy.

"Las visiones diferentes son propias del crecimiento del partido. Anita puede ser candidata de todos. Lo veo difícil pero sería muy interesante", dice un legislador del PRO. Cerca de López Molina, en cambio, aseguran que si la ex candidata a intendenta se presenta habrá llegado la hora de dirimir posiciones en las Paso.

Cada vez que se habla o se escribe de política rosarina no se debe obviar a Ciudad Futura, espacio que hizo una formidable elección en 2015, al punto de haber ingresado tres ediles. Este colectivo político no renovará ningún edil por lo que, para la agrupación, será todo ganancia. Allí apuestan a revalidar la marca Ciudad Futura pensando en convertirse en alternativa para gobernar la ciudad.

"No somos sectarios, queremos una política de alianzas para con quienes están disconformes con el socialismo, la UCR y el peronismo", apuntan.

En el peronismo rosarino asoman dos referencias para disputar las primarias, en una reentré de lo que ocurrió en 2015 a intendente: Roberto Sukerman vs. Fernando Chino Rosúa. Se suma Carola Nin, quien termina su mandato en diciembre de 2017. Además de estos nombres, hay otros militantes nac & pop intentando sumar voluntades.

Por el lado del Frente Renovador, Alejandro Grandinetti es la exclusiva referencia y le quedan dos años como diputado. Por afuera de las estructuras partidarias o frentistas también permanecen algunas incógnitas, tal el caso del peronista Diego Giuliano.

Si la izquierda rosarina logra unificar posiciones, también ocupará un lugar en la marquesina de las elecciones de mitad de mandato.

A nueve meses de los comicios, este escenario preelectoral muestra ausencia de referencias nuevas, algo imprescindible para renovar la política rosarina. Detrás de los telones, sin embargo, no se dejan de mencionar a empresarios, periodistas y deportistas. Al PRO y al massismo no les fue nada mal con esa apertura. Al PS, en la ciudad de Santa Fe, tampoco.

Al fin, lo único que sobra hacia la próxima parada es tiempo. Faltan 9 meses para el parto electoral.

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