Cristian Fabbiani pasó ayer por Rosario y no pasó desapercibido. Lejos de los
aplausos que supo conseguir en El Coloso, esta vez fue insultado por los hinchas de Newell's que no
le perdonaron la verborragia con la que insistió en el verano para irse del club. “Me molesta
que los hinchas se hayan olvidado tan rápido de que yo jugué desgarrado con esa camiseta", contestó
el Ogro que además de insultos recibió cajas de ravioles. Además dijo que anoche "le costó
dormir".
El delantero de River, Cristian Fabbiani, estuvo ayer en el parque y no fue bien
recibido por los hinchas leprosos que no le perdonan el modo que se fue de Newell's. El jugador se
cansó de repetir durante el verano que al equipo de Rosario "no volvía más" y mantuvo una tensa
disputa con la dirigencia que luego de una ardua negociación lo dejó ir.
El jugador habló en radio La Red, primero hizo una autocrítica por el planteo de
su equipo que “jugando al pelotazo” hizo lo que Newell's esperaba para inclinar la
balanza a su favor y terminar llevándose el partido por 1-0.
“En un momento le hice gestos a (Nicolás) Domingo para que deje de tirarla
por arriba. Es que jugando al pelotazo hicimos lo que ellos querían, los defensores de Newell's
están acostumbrados a ese tipo de juego. Así y todo, tuvimos ocasiones de gol, pero la
pelota no quiso entrar”, recordó Fabbiani.
Pese a la crítica para con el juego riverplatense, el Ogro aclaró que “el
planteo de Pipo fue para salir a lastimar desde el primer minuto, para quedar ahí nomás si Vélez
perdía algún punto, pero el rival hizo las cosas bien y no se pudo”.
El ex leproso se refirió también a las constantes agresiones verbales que
recibió de parte de la parcialidad rojinegra que también le arrojaron cajas de ravioles: “Me
molesta que los hinchas se hayan olvidado tan rápido de que yo jugué desgarrado con esa camiseta,
pero esto es fútbol y la cosa es así”.
“Me dolió que me puteen. Jugué seis meses gratis y lesionado, a pesar de
que fueron seis meses de los mejores. Dejé todo y a uno le molesta que la gente se olvide tan
rápido”, insistió.
De todas maneras, Fabbiani resaltó como “más importante” el
hecho de que los futbolistas que conoció en ese club siguen siendo sus “amigos” y que
se lo demuestran “constantemente”.
Incluso Fabbiani confesó que cuando llegó a su casa después del encuentro le
“costó dormir”, porque “estaba amargado”.
“En mi vida me he cuidado tanto y no me salieron las cosas. Y no
sólo me refiero a mi actuación individual, porque más allá de hacer goles, yo quiero que gane
River”, concluyó el jugador que llegó como ídolo antes de jugar y ahora es cuestionado
por propios y ajenos.