Si alguien pensaba que el primer candidato a diputado nacional de Cambiemos en Santa Fe resultaría Albor Cantard, que se acerque con toda naturalidad a algún local oficial de la Lotería de Santa Fe y apueste con toda fe a los números ganadores del Quini 6.
Con la sorpresiva designación del secretario de Política Universitaria al frente de la nómina hay un sólo ganador: José Corral. El presidente de la UCR e intendente de la capital provincial trajinó los despachos de la Casa Rosada, advertido de las impugnaciones que caían sobre Mario Barletta de parte de dirigentes del PRO y de Jorge Boasso.
Le impugnaban a Barletta haber sido candidato del Frente Progresista y cuestiones por el estilo, pero en los sondeos el actual diputado nacional medía mucho más que Luciano Laspina, el pretendido postulante macrista. Curiosamente, cuando Marcos Peña bajó a Barletta no pensó en Laspina, sino en Cantard, quien mide menos aún que Laspina. Toda una cadena de rarezas.
Otra rareza: hoy la disputa en las Paso de Cambiemos será entre dos radicales, cuando la composición del oficialismo nacional en Santa Fe tiene que ver más con el peronismo federal que con la UCR. Para estas cuestiones, y como modo de reafirmar la ejemplificación teórica hay que ir a los hechos pulimentados: en el PRO militan hoy dos de los últimos presidentes del PJ santafesino y el senador nacional es del peronismo.
El que avisa no es traidor
A propósito del senador Carlos Reutemann: ahora se entiende por qué en la última entrevista que concedió a LaCapital dijo que "nunca" votaría por un radical y que si Macri decidiese esa opción no lo apoyaría.
Corral salió ganando porque Cantard es de su riñón político. "Es bravo el pibe. Lo que no sabemos es qué va a pasar con Corral si no es reelecto al frente del comité nacional, fundamentalmente en la relación con Macri y con (Miguel) Lifschitz", dijo a este diario un dirigente radical, competidor en mil batallas.
"José, ahora le vas a tener que ganar a Boasso", dicen que le dijo Macri, el martes pasado, a Corral luego de que el presidente de la Nación escuchó la negativa de Boasso a bajarse de su candidatura. Por ahí anda el concejal radical, diciéndole a todos que irá hasta el final e intentando seducir a Laspina y otros.
Si Boasso hace una buena elección, aún saliendo segundo, se correría la lista oficial, al punto de que Laspina y el resto verían peligrar su continuidad en la Cámara.
Todo el episodio que derivó en la designación de Cantard muestra, además, que Elisa Carrió ya no tiene el peso político de antes en Cambiemos. La gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, le negó la posibilidad de que sea candidata en ese distrito clave y, hasta aquí, el presidente de la Nación le bloqueó la chance de que Laspina sea el primer candidato a diputado nacional. Recuérdese que Lilita fue la primera en impulsar la candidatura del presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda. Tampoco está confirmado que la delfina de Carrió, Lucila Lehmann, esté en un lugar de privilegio. Ahí juega sus chances la actual diputada Gisela Scaglia.
Lo que definirá el resultado de la presunta interna entre Cantard y Boasso —si es que esto se mantiene hasta el cierre de listas, en unos días más— es la influencia de Macri. Si el jefe del Estado hace campaña por su lista oficial, Boasso no tiene ninguna chance. Si Macri se declara prescindente, sería otro cantar. U otro Cantard.
Hay elementos para analizar estrategias de fondo en la decisión de designar a Nicky Cantard en esta lid electoral: el gobierno está convencido de que triunfará por su valor de marca y no por los nombres individuales. En Rosario, principal ciudad de la provincia de Santa Fe, a Cantard no lo conoce casi nadie.
Con sorpresa e incredulidad, desde el campo del Frente Progresista auscultan lo que ocurre en el macrismo y se lamentan de que Antonio Bonfatti no sea de la partida. "No lo demos por cerrado, aunque ya está decidido que Luis Contigiani sea el primer candidato a diputado nacional", apunta uno de los jefes de la actual estructura del PS.
Contigiani es la revelación del gabinete de Miguel Lifschitz y el principal crítico de la gestión macrista. Formado culturalmente con los jesuitas, el ministro de la Producción no titubea a la hora de reivindicar con los principales íconos de la cultura progresista ochentista. Pícaro, ya posó con el ex presidente uruguayo Pepe Mujica y con el fraile brasileño Frei Betto.
En el PJ santafesino todo está por hacerse. La jueza Alejandra Rodenas debería renunciar en los próximos días a su cargo y oficializar su postulación a diputada nacional. Pero, además, deberá decir "sí, acepto" a los innumerables pedidos del resto de los sectores para incorporar candidatos. El Movimiento Evita ya les puso bolilla negra a Diego Giuliano y UPCN, gremio que jugó con Miguel Del Sel en los últimos comicios.
Sorprendieron las críticas que los senadores Armando Traferri y Danilo Capitani descerrajaron contra Omar Perotti, a quien en la geografía peronista quieren verlo con más centralidad en esta etapa de reconfiguración poskirchnerista. "Omar debería haber sido el candidato a diputado nacional del peronismo para enfrentar a Agustín Rossi", blandió Traferri.
Sin Bonfatti, Corral ni Perotti, las elecciones a diputado de octubre serán un vermú del 2019. Sin embargo, este mojon electoral de mitad de mandato resultará clave para saber cómo y donde están parados el gobierno y la oposición de cara a los dos últimos años, antes del recambio o de la reelección.