La decisión de Cambiemos Santa Fe de rechazar la reforma constitucional que impulsa el gobernador Miguel Lifschitz está sazonada por condimentos políticos propios y externos, que parecen ir más allá de un eventual adelanto de la puja electoral prevista para 2019.
Si bien en abril pasado el jefe de la Casa Gris mostró su proyecto a los demás partidos políticos y destacó el consenso entre las partes, no todas las fuerzas sintonizaron con los tiempos pautados por el jefe de la Casa Gris.
Desde entonces, el macrismo fue emitiendo señales en contra de la propuesta de Lifschitz. Incluso, la crisis causada por la disparada del dólar motivó la suspensión de la conferencia de prensa programada para la semana pasada por los referentes santafesinos de Cambiemos con el objetivo de formalizar el rechazo a la reforma constitucional.
"No fue una decisión (la del rechazo) al azar sino orgánica. Hicimos una evaluación por etapas y, cuando abrimos el debate con referencias legislativas, llegamos a la conclusión de que es necesaria una reforma constitucional en Santa Fe, pero no en 15 días", deslizó a La Capital una fuente calificada del macrismo.
Al respecto, en Cambiemos Santa Fe también negaron un pulgar hacia abajo por parte de Mauricio Macri, quien mantiene una relación pendular con Lifschitz. "Es más: el presidente le transmitió en su momento al gobernador que no iba a hacer nada en contra de la reforma", revelaron.
Para la dirigencia santafesina de Cambiemos fue determinante el presente del PJ, en aparente estado de pausa desde la postergación sin fecha de su congreso provincial (que iba a sentar posición sobre la reforma), como también supuestos cortocircuitos internos en el oficialismo.
"Lifschitz quiso que el proyecto, una vez ingresado a Diputados, fuera directo a la comisión de Asuntos Constitucionales, donde tienen mayoría. Pero la iniciativa también pasará por las comisiones de Presupuesto, de Derechos y Garantías y de Municipios y Comunas. Que se pongan de acuerdo entre ellos", agregó - en voz baja- otro referente macrista.
El anuncio del macrismo ratifica que, hoy poy hoy, la llave para abrirle la puerta a los eventuales retoques a la Carta Magna provincial está en manos del PJ, en especial de una decena de diputados justicialistas no alineados a sector alguno.