La política santafesina se fue de vacaciones con muchos interrogantes y algunas certezas. Para el gobierno de Omar Perotti, la última sesión de Diputados dejó una de cal y otra de arena. Tiene reforma tributaria, pero carece de la ley de emergencia.

Por Mauricio Maronna
La política santafesina se fue de vacaciones con muchos interrogantes y algunas certezas. Para el gobierno de Omar Perotti, la última sesión de Diputados dejó una de cal y otra de arena. Tiene reforma tributaria, pero carece de la ley de emergencia.
Al margen de cómo fue el resultado en la Legislatura, lo que dejó el 2019 es un tufillo a grieta política naciente, que va camino a complicarle las cosas al oficialismo por el clima económico que contextualiza los primeros días de enero. Más que centrar la mirada en lo que se dijeron en Diputados, la realidad tiene que ver con la primera queja de algunos sindicatos estatales por el cronograma salarial.
Desde marzo comenzará el partido verdadero que deberá jugar Perotti. Como siempre, las paritarias son las salva de artillería que indican el inicio de las gestiones, al menos en el ámbito de la relación con los sindicatos. Por lo demás, lo que existe es una continuidad. Luna de miel, no hay para nadie.
Perotti considera que detrás de lo votado en Diputados está la mano del exgobernador Miguel Lifschitz, quien, para él, comenzó a hacer oposición desde el mismo momento en que perdió las elecciones. Incluso, es idea del gobernador convocar a sesiones extraordinarias todas las semanas para que los diputados estén en Santa Fe y no vacacionando en alguna playa lejana.
Al margen de las palabras, el gobierno necesita una estrategia para poder hacer pasar sus proyectos por el filtro de la Legislatura. El voto de los senadores a favor de lo que pidió la Casa Gris pone en el freezer la mala relación que venía teniendo Perotti con Armando Traferri y otros cinco senadores. ¿Implica esto que hay una recomposición definitiva en el vínculo? Será paso a paso, ley por ley.
Una fuente de la Gobernación expresó por lo bajo que los intendentes y presidentes de comuna se verán afectados por la ausencia de una ley de emergencia y que en el futuro ejercerán presión sobre la bancada del Frente Progresista. La mayoría de los intendentes y presidentes de comuna que tiene la coalición derrotada en las últimas elecciones a gobernador pertenecen a la UCR. Un paso estratégico para el Ejecutivo será dividir las voluntades opositoras, buscar un sismo entre socialistas y radicales
En el peronismo consideran que rechazar las acciones que plantea el gobierno dejará mal parada a la oposición: “Si se convierten en una máquina de impedir, pagarán sus costos”.
La oposición se fue festejando la unidad en la acción conseguida en el rechazo a la emergencia. El único que buscó una salida diferente fue Ariel Bermúdez, javkinista de pura cepa, quien planteó mandar a comisiones el proyecto.
Reacomodamientos
El lunes, en un programa televisivo, el intendente Pablo Javkin dejó a las claras su malestar por lo votado en Diputados. “La relación con Lifschitz está bien, pero es un tiempo político nuevo. No me gusta enterarme de la posición de los legisladores por los medios. Los legisladores del Frente van a tener que entender que lo más importante son los intendentes. Si (el Frente Progresista) quiere tener futuro debe haber buenos gobiernos locales”, apuntó.
En Rosario se dio una situación inversa a la sucedida en la Legislatura. En el Palacio Vasallo se aprobaron todas y cada una de las iniciativas que propuso el Ejecutivo. Habrá que esperar para saber si este aval será coyuntural o no.
Javkin, Perotti y Fernández llevan menos de un mes al frente de las administraciones, pero parece que hubiera pasado más tiempo. No hay corte en las necesidades del santafesino. El nuevo gobierno lleva una carga que deberá mejorar: la seguridad.
En las últimas horas ocurrieron episodios en Rosario que deberían extremar las alertas. Al fin de cuentas, así como se votó a nivel nacional a Alberto Fernández para que mejore la economía, en Santa Fe la mayoría internalizó que la urgencia pasaba por el “orden y paz” que proclamó Perotti en la campaña. El rafaelino está tratando de imponer otro estilo de conducción del poder político sobre la policía.
Por esos andariveles transitará la realidad en las próximas semanas, y el desvelo de los gobernantes será cómo conformar a la sociedad con recursos escasos. Como dicen en el campo, “con plata cualquiera hace pata ancha”.
Aunque recién comenzaron las nuevas gestiones, en el micromundo comienza a evaluarse cómo será el futuro político, con una primera parada en los comicios intermedios de 2021. Si hay senadores con ganas de acceder a cargos ejecutivos en 2023, no se debe descartar “la gran Jatón”.
El actual intendente de Santa Fe, fue electo para estar cuatro años en la Cámara alta, pero a los dos compitió por una banca de concejal. Y dos años después se convirtió en el alcalde de la capital provincial. ¿Hará lo mismo Marcelo Lewandowski en 2021, pero con la mirada en Rosario?
También habrá que mirar al radicalismo, que querrá por una vez en la vida política santafesina disputar el liderazgo con el socialismo. Si los radicales dejan de lado sus diferencias habituales y buscan un horizonte común podrán tener chances de competir en un plano de igualdad. Tienen dos protagonistas clave: Javkin y Maximiliano Pullaro. No hay que perder de vista los movimientos nacionales ni las reuniones entre el intendente de Rosario y Martín Lousteau, por ejemplo.
Se fue el 2019, pero la política santafesina está repleta de tensiones. Y de escenarios abiertos.

