Adiós CFK: hola Cristina

La charla, pos-siesta, fue en Rosario. El personaje, un rosarino completo, había venido a buscar una moto, que se llevaría andando. Un día de demora en la entrega del corcel dio tiempo a dos termos de mate (amargo, dos cebaduras) y la escucha del material de Javier Limón y el de Aziza Mustafá, la pianista hija de aquel pianista ruso y loco, Vagif Mustafá Zadeh, el de la quinta disminuida.

El gordo es uno de los referentes argentinos, de verdad, de la locución y la conducción radial. La vejez, que suele aparecer despacito, como el crepúsculo, estaba enseñoreándose. La vejez, que torna impunes los comentarios. Tal vez por eso la conversación fue sin aclaraciones, puro sobreentendido. Recurro al tango: "como dos buenos amigos que hace tiempo no se ven".

No estás dentro. No, no se puede, mucho fanatismo. Eso es peronismo del 50. Me parece. Sacamos La Prensa, metimos el trigo malo, la carne flor de ceibo. Para exportar hay que pasar primero por casa. El luto en el brazo, la asistencia, la afiliación obligatoria. ¿Estabas vivo? Vivo y conciente. La prepotencia era mucha. Despótica. Pero necesaria. Creo que sí. Se venía de mucho gorilaje. Todos eran gorilas, hasta los zurdos. Esos los primeros. Y ahora qué. Igual, ahora igual. Los zurdos son gorilas, la derecha más y estos que nos gobiernan están perdidos. A vos te parece. Que sí, te digo. Pero tienen el poder. El peronismo siempre tiene el poder o te revienta. Pero no estás dentro. No, no se puede, me gusta ser suelto, decir lo que tengo ganas. Eso tiene límites. Dos límites, uno te lo fijan ellos y otro te lo fijás vos. El de ellos no te gustó. Una charla en nacional y la gorda decía este medio es para lo que quiera decir K, el resto se va al carajo. Pensé que cuando decían que se iba al carajo me estaban hablando a mí, porque a mí me gusta discutir y con esta gente no se puede discutir. Pero algunas cosas hay que bancar. Sí, pero esas no te deben impedir mencionar lo que no está bien. Es cierto, yo banco que la Ansés esté dentro, como banco leyes sociales, que se sepa cuánto se vende de grano y cuánto de carne, pero ayudar a degollar vacas y cambiar las siembras, sin cambiar las zonas de siembra, está mal. La soja al Chaco decís vos. Pero claro. Y dejarse de joder con los opositores. En eso son peronismo puro y duro, de la época de las revanchas. La revancha ya pasó, basta de paranoia mentirosa. Ponele que no, estos son los mismos de aquellos años de 1950, que no fueron años de paz y tranquilidad. Con estos ni amor ni paz. Con ella menos, porque nunca sabés si manda o la engañan. Eso es duro. Con los datos que le envían la engañan. Sí. Pero fijate que ella sabe dividir el discurso. Bueno, ahí está el asunto, volvió al discurso, perdió el relato. Vos decís. Y, sí. Fijate que está discurseando, pero el relato lo perdió. Vos creés. Está clarita la pérdida. Cada vez más stalinismo. El stalinismo no tenía relato. Si hablás sos enemigo. Si te callás sos enemigo. Hay que parar el asunto. Por eso, se perdió el relato. Hay fecha cierta. No de la razón de la pérdida, sí de cuando fue advertido, visible para terceros. Cuándo. Cuando los intelectuales se dieron vuelta, eso es un signo. Filmus. Eso es. Se abrieron primero. Son las ratas. No, son los termómetros más sensibles, subió la fiebre. La fiebre, la inflación, el desatino. Entonces se va. Los intelectuales se están rajando, ella no. No, no hay reemplazo. Los comerciantes ganan plata. Cierto. El costo de la Ha. El volumen del tarjeteo, el m2 construido, todo pum para arriba. Y los viajantes y los vendedores, y los industriales y los empresarios, y los gremios y los que cobran en blanco. Entonces se queda. Si aparece alguien que les asegure este margen de ganancia a los que tienen la guita la rajan. Pero entonces son otros los que mandan. Sí y no. No cambió el esquema capitalista, simplemente el K fue jefe de verdad. El peso de los 100 grandes del país es importante. El mundo está tumbando a los capitalistas. Entonces se queda. La pregunta es: quién viene si la echan. Con votos. Sí, claro. Rajarla con votos, en qué cabeza cabe otra cosa. El delirio destituyente es de ella. No hay nadie. Ella está sola. Eso también es cierto. ¿Y si abre el juego y hace coalición? Sería una jugada maestra. No la creo capaz. Puede que sí. Puede amagar. Es posible, pero será contraproducente. Estás loco, es bueno, es una bisagra en serio. ¿Te imaginás si le sonríe al enemigo? Es una macana si lo promete y no lo hace, pero si lo hace se queda cien años.

Te vas. Sí, mañana me rajo. Me dan la moto y me rajo, la llevo andando.

En la cocina las huestes de Javier Limón y "mujeres de agua" tiraban a esa griega inatajable, Eleftheria Arvanitaki, je, que nombrecito. Me acomodé y pensé: el adiós a Cristina está decidido. A rey muerto rey puesto. Nunca enciendas un fuego que no seas capaz de apagar. Territorio que uno no ocupa lo ocupa el enemigo. Más vale mal conocido. Ese es el asunto. El refranero popular.

Quien viene después de esta señora. Qué nombre, qué propuesta. En qué país y en qué contexto internacional.

No tiene chapa en las grandes ciudades donde el pensamiento y el bolsillo juegan una extraña pelea en la que, para agregar desconcierto, los pensadores cobran por hacerlo.

En el peronismo, es decir en el país de la esperanza, de la violencia, de la prepotencia, de la justicia y el desconcierto, en el país profundo no hay nada cierto. Sigamos con el tango: "solo fantasmas que crea mi ilusión y que al desvanecerse van dejando…".

El gordo bajó las escaleras y partió.

Está decidido el adiós. Quien lee los diarios del buen pensar y escucha los comentarios del mejor decir no duda. Chau. Piró. Se fue. Pero no hay que comer la liebre antes de cazarla (dice el refrán).

La inflación ayuda a la certeza y los votos de Ciudad Autónoma lo aseguran: no existe la más mínima (duda). Se va. Buenos Aires es la princesita que siempre está dando el mal paso. "Bi Ei", ciudad de las vanguardias que se cura en salud bancando al gorilaje. La porteñidad comienza a soltarse despacito, saluda a Marx con el bolsillo lleno y champán francés ¿por qué no? Pero cuidadito: vota a Mauricio. Los dineros de Macri son importantes, ante cualquier devaneo sentimental de los pensadores de la izquierda divina.

El país, si lee los diarios porteños, organiza la fiesta de despedida. Nadie muere en las vísperas (otro refrán).

El adiós a Cristina si se mira Buenos Aires, Rosario y Córdoba parecería una cuestión decidida. Sí. No. No la rajarán por mal vestida o mal hablada. Ni por callada y sumisa. Entonces qué. Personalmente quiero que se vaya, le dije al gordo, pero más personalmente te digo, le dije: no sé a quién poner en ése lugar. Yo le cambiaría todos sus ayudantes y consejeros. También la maquilladora. Basta de dama antigua. Después qué. Después la dejo un tiempito más. No es que sea la mejor, nada de eso pero, ¿vos te fijaste las opciones del multiple choice? No dan ganas de tachar porque nada se corresponde. Decile adiós y decile hola, gritó desde la esquina. No escuché. Francamente, no lo escuché.