Segundos afuera. La decisión tomada ayer por unanimidad en la ciudad de Santa Fe borró la idea que existía en algunos dirigentes peronistas de habilitar la conformación de frentes externos al partido para evitar competir con Agustín Rossi.

Por Mauricio Maronna
Segundos afuera. La decisión tomada ayer por unanimidad en la ciudad de Santa Fe borró la idea que existía en algunos dirigentes peronistas de habilitar la conformación de frentes externos al partido para evitar competir con Agustín Rossi.
Ahora, el ganador de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (Paso) encabezará la lista a diputado nacional y el resto se distribuirá por sistema D'Hondt. De este modo kirchneristas y no kirchneristas compartirán la oferta electoral en las elecciones generales de octubre. Es la mejor decisión que pudo haber tomado el peronismo, pese a que sigue sufriendo las consecuencias postraumáticas por la derrota en el ballottage de noviembre de 2015.
En verdad, la decisión de los congresales se tomó pensando más en el 2019 que en los comicios de mitad de mandato a diputado nacional. Si el PJ quiere tener alguna chance de volver al poder que perdió en 2007 en manos de Hermes Binner debe entonar el "todos unidos triunfaremos" que alguna vez sonó fuerte.
En los campamentos no kirchneristas había opiniones divididas ayer sobre los beneficios de evitar frentes por afuera del PJ. Al revés de lo que sucedía en el kirchnerismo, que desde hace algún tiempo planteó la necesidad de jugar por adentro de la estructura.
Siempre fuimos compañeros.
"Ya sabemos que es difícil ganarle a Rossi una interna, pero es mucho más difícil ganar una general con él adentro", dijo una fuente que, claramente, no estaba de acuerdo con lo resuelto, pese a que la resolución del congreso fue unánime. "Eso fue pour la galerie. Adentro hubo chicanas todo el tiempo. Los kirchneristas se paraban para aplaudir a Néstor y Cristina cuando se los nombraba y el resto no. Sobraban las miraditas de costado. Pero, bueno, era con todos adentro", amplió el informante.
Hasta el momento, el único candidato confirmado es Rossi, quien representará al kirchnerismo y tendrá el desafío de acercar a las paso peronistas a miles de ciudadanos que muestran férrea adhesión al espacio pero sin sentirse representados por el PJ.
Se saben cuáles son las fortalezas y debilidades del ex ministro de Defensa, quien tiene un largo derrotero en las lides políticas santafesinas. Goza de un piso electoral sólido, blindado, pero carece de un techo alto que le permita ser altamente competitivo en la general. "Eso es lo que pasó, pero cambió la realidad política en estos doce años. Los presidentes de comuna nos reciben muy bien, ellos saben todo lo que hicimos con Néstor y Cristina", dicen cerca de Rossi.
Aún no se sabe qué precandidato lo enfrentará. Todo parece indicar que la jueza Alejandra Rodenas renunciará a su cargo y se pondrá a disposición. Sin embargo, la magistrada no quiere saltar el charco antes de conocer quiénes serán sus compañeros de lista. Para eso dependerá la voluntad de muchos involucrados: senadores, presidentes de comuna, intendentes y sindicalistas. Pero, también, de los sectores internos del PJ.
Lo que llamó la atención hasta hace unos días fue el poco interés que manifestó Omar Perotti en una candidatura de Rodenas cuando, por cercanías de círculos de amistad e intereses, se daba por segura esa amalgama. "Eso ya pasó, ahora es momento de que todos tiremos para el mismo lado. De lo contrario, nos gana Rossi", interpretan cerca del rafaelino. Perotti es Perotti.
"Rodenas candidata" no es una decisión ciento por ciento fácil de asumir ni para la interesada ni para la cosmología peronista. No es conocida fuera de Rosario y no tiene antecedentes personales partidarios, sí familiares. A favor de la jueza debe computarse un buen background cultural y discursivo, que le permitirá enfrentar sin miedo escénico el barro electoral.
Sabe Rodenas que en el fango de la política podrán caerle meteoritos por su larga participación en la actividad judicial, pero dice tener el cuero suficientemente duro como para hacer frente.
Los senadores peronistas representan el último factor de poder que le quedó al peronismo santafesino tras la pérdida del gobierno provincial. Además de esa circunstancia, tampoco queda en pie la referencia peronista al frente del Poder Ejecutivo nacional. Y ni hablar de la pérdida de la madre de todas las batallas: la provincia de Buenos Aires. Frente a este escenario, al PJ no le queda otra que juntar voluntades y pujar para que pronto pase el temblor. Nada lo garantiza.
Habrá que ver si esta necesidad de ganarle a Rossi hace que haya sólo una lista alternativa. Hasta antes del congreso, un sector de UPCN intentaba acicatear un candidato propio, y la diputada Claudia Giaccone también mencionaba esa posibilidad. La resolución de ir a comicios todos por adentro habilita una nueva etapa entre los compañeros santafesinos.
Empezará en el peronismo no kirchnerista la batalla por los lugares de la lista, una especie de ampliación del campo de batalla que suele ser traumática hasta el punto de poder desunir lo que unió la presencia de Rossi en la otra vereda.
Es tan rara la política santafesina de estos tiempos que lo que parecía una certeza ayer, hoy no lo es. Y si no que lo digan los peronistas que pretendían ir por afuera del PJ con el Frente Renovador, caso Diego Giuliano y otras referencias. Hoy, en el massismo local, cotiza más el radicalismo y el GEN.
Al fin, hay más tipos de radicalismo que clases de semillas. Las elecciones mostrarán candidatos radicales en casi todos los frentes santafesinos. Pero esto será tema de una historia por venir. Hoy, el tema, es el peronismo.
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