Las firmas de gran capitalización estadounidenses (megacaps) superaron con creces al resto de los mercados estadounidenses en el primer semestre del año, impulsadas por una actividad económica mejor de lo previsto, la exuberancia de la Inteligencia Artificial (IA) y unos beneficios superiores.
De cara al futuro, no todo va a ser comprar acciones de estas mega caps. Los expertos ven la posibilidad de una ampliación del rally, que no será lineal y es probable que tenga múltiples tramos. Algunos primeros indicios de esta rotación se materializaron después de que el informe del IPC de julio aumentara las posibilidades de un recorte de tipos de la Fed en septiembre, mientras que los temores sobre las restricciones en la industria de los semiconductores respaldaron aún más esta tendencia.
Esto abre oportunidades en áreas y segmentos (comprar acciones de empresas de pequeñas capitalizaciones, Europa, Japón) que han quedado rezagados.
Hay poco margen para errores en la política monetaria
Recortar los tipos demasiado pronto entraña el riesgo de que la inflación resurja más adelante, mientras que retrasar los recortes puede exigir reducciones más bruscas en el futuro. Por ello, los bancos centrales, incluidos la Reserva Federal, el BCE y el Banco de Inglaterra, están siendo pacientes y basan sus decisiones en los datos que van llegando y que confirman la senda de desinflación que favorece las estrategias de comprar acciones.
Es probable que tanto Kamala Harris como Trump sean expansionistas desde el punto de vista fiscal. A medida que nos acerquemos a las elecciones en EE.UU., la narrativa sobre cómo el gasto deficitario afectará a los costes de endeudamiento a largo plazo probablemente se hará más fuerte. Para fomentar la autosuficiencia y el crecimiento económico interno, es posible que Europa tenga que impulsar las inversiones en la región, todo lo cual afectaría a la decisión de comprar acciones en agosto.
Es esencial volver a lo básico, ser conscientes de las valoraciones y mantener la disciplina antes de comprar acciones sin tino. Los mercados han ido a menos en algunos ámbitos, pero cuando se produzca el desencadenante (menor crecimiento, crisis de liquidez, decepción de los beneficios), los movimientos podrían ser bruscos y rápidos.
Ideas de inversión para el mes de agosto
Las previsiones de inflación en Estados Unidos y Europa, favorables a los recortes de tipos, han permitido que los bonos estadounidenses y los gilts británicos sigan siendo constructivos. En cuanto a Japón, hay que seguir atentos al Banco de Japón y nos acercamos a la neutralidad. La calidad sigue siendo la nota dominante en materia de crédito, y es mejor el grado de inversión (IG) al alto rendimiento (High Yield) en Estados Unidos y Europa.
Los segmentos de renta variable de Estados Unidos están caros como para comprar acciones en agosto y las valoraciones necesitan un catalizador. Por lo tanto, conviene mantener la cautela en estos segmentos más caros, y en su lugar puede ser aconsejable hacerse con títulos de mercados estadounidenses ponderados por igual en valor y calidad.
En Europa, se mantiene el enfoque de «barbell», que favorece comprar acciones de valores defensivos y los cíclicos de calidad expuestos a mega tendencias como la transición energética, la electrificación, etc.
Las perspectivas de los mercados emergentes están respaldadas por la solidez de la demanda interna y el giro de la Reserva Federal, pero mejor ser selectivos y evaluar los riesgos individuales, incluidos los relacionados con la geopolítica. Mejor comprar acciones de países con deuda en divisas fuertes y con rendimientos reales atractivos, como la India y Brasil.
En cuanto a la renta fija, es mejor mantener una postura constructiva sobre la duración en general, pero es cierto muchos expertos han reducido ligeramente sus opiniones sobre EE.UU. a la luz de los riesgos en torno a la política fiscal.
Los bonos de mercados emergentes en general siguen presentando oportunidades, pero en México hay ahora riesgos en torno a las reformas extremas y la concentración de poder tras la aplastante victoria de Claudia Sheinbaum.
El dólar estadounidense es un buen diversificador y conviene ser positivo a corto plazo frente a determinadas divisas del G10, mientras que, en materias primas, no hay indicios de subidas significativas en el petróleo a la luz del plan de la OPEP de aumentar la producción y la oferta en el cuarto trimestre.
Sin embargo, además de comprar acciones, puede resultar interesante abrir posiciones en el oro ante los riesgos geopolíticos y el apoyo de la demanda de los bancos centrales. Por último, los inversores deberían considerar la protección de sus carteras en la duración estadounidense y en rincones concretos de la renta variable de mercados emergentes, como EE.UU. y el Reino Unido.
A modo de resumen…
Las valoraciones de los títulos estadounidenses de gran capitalización han aumentado drásticamente, pero se han podido observar algunos indicios de cambio tras la publicación de los datos de inflación de junio.
Así, los expertos recomiendan prudencia a la hora de comprar acciones en agosto y con los índices ponderados por capitalización bursátil, y puede ser más conveniente un enfoque ponderado por partes iguales, así como valorar las empresas de calidad que puedan generar beneficios sostenibles.
Desde una perspectiva a largo plazo, cualquier presión al alza en el coste de financiación de las empresas debido al empeoramiento de los déficits fiscales y al aumento de la deuda pública puede tener consecuencias en las decisiones que tomemos al respecto de comprar acciones.
Si hablamos de comprar acciones de empresas de mercados emergentes debemos entender que es posible que experimenten una revitalización de sus beneficios, sobre todo en el segundo semestre. Puestos a elegir, a largo plazo conviene valorar las acciones de Corea del Sur y la India, a pesar de algunas valoraciones elevadas.
Otra idea de inversión para comprar acciones es Sudáfrica tras el nuevo gobierno de coalición, así como en Brasil. Pero todo ello sin olvidar que cada inversor debe evaluar en qué manera las tensiones geopolíticas con Estados Unidos (tras las elecciones de noviembre) podrían afectar a la Bolsa china y, sobre todo, a otros mercados emergentes.