—Sin dudas. De hecho, es una de las cosas que a mí como hincha de Newell's me impulsó a meterme en la política. Estoy convencido, como muchos de mis pares, que podemos hacer historia como club si logramos que el mejor jugador del mundo vista la camiseta de Ñuls en primera. Obviamente para que haya una posibilidad hay que preparar muy bien a la entidad en todos los aspectos. En lo económico, institucional e infraestructura. Para que esto se dé deberán estar muy bien esas tres patas fundamentales. Creo que vamos a darnos el gusto de ver a Messi vistiendo la rojinegra, lo que sería algo revolucionario. Imaginate un partido de Messi en el Coloso, con la prensa de todo el mundo, los sponsor que se acercarían... Eso marcaría la diferencia y económicamente, al margen de lo sentimental, podríamos hacer una gran diferencia para sanear las deudas.
—Los que ven todos. Las declaraciones, fotos, nuestro escudo, sus hijos vistiendo la camiseta. Son cosas importantes. Está dando señales. Igualmente, no hay que hablar de más y hacer. En dos años el club debe cambiar mucho, hacer las obras que se prometieron y trabajamos en eso.
A D'Amico se le iluminan los ojos cuando habló de Messi con Ovación en su casa en Funes. Y es algo que le sucede a cualquier hincha de Newell's cuando sólo se menciona que la chance, al menos, existe. Quizás falte menos tiempo para que eso ocurra, todo dependerá del 10.
El vicepresidente no sólo tocó este tema profundo desde lo sentimental, sino que a lo largo de la charla con este diario repasó las peripecias que deben realizar para hacer frente a los compromisos económicos, las deudas que aparecen y que, para él, seguirán surgiendo, la idea de investigar todo, la AFA, la barra y la intranquilidad que genera esta situación, entre otros tantos temas.
"Hace dos meses que estoy en el cargo, pero parecería que hace mucho más. Se están haciendo cosas que no están a la vista del hincha y que en breve se podrán ver cuando vuelva el fútbol. Hay muchos proyectos y también el socio debe tener en cuenta que sólo van sesenta días de gestión, en la que se trajeron siete refuerzos. Cinco de ellos en los primeros 30 días. Todo lo hicimos sin plata porque encontramos una caja en cero. Después habrá quien dirá "este me gusta y este no", la cuestión real es que se trajeron los futbolistas.
—Lo económico es una de las cuestiones principales, más allá de lo futbolístico. ¿Cómo trabajan sin dinero en caja?
—Es un trabajo muy importante de los tesoreros, que administran pobreza y bajos recursos. A eso hay que sumarle que no hay ingresos por el fútbol. Pasaron 3 meses sin actividad y eso es una complicación. Estamos usando la inteligencia, la ingeniería económica y buena predisposición. Se está usando algo que quizás no se hacía antes, hablar con la gente, tratar de hacer acuerdos y regularizar las cosas. A pesar de no tener dinero estamos pagando deudas. Nuestra gestión hasta ahora, si no tuviéramos la mochila de lo anterior, sería positiva. En realidad lo es con los bajos ingresos que tenemos.
—¿En esa mochila hay cuestiones complicadas?
—Todo lo es sin dinero. Le ponemos la cara y salimos a afrontar la situación. Algo que está valorando es que lo hacemos y arreglamos temas como lo de Formica y Formiliano. Ahora lo de Bernardello.
—¿Pueden surgir otras cuestiones con el paso de los días?
—Sí, seguramente aparecerán como las que mencioné. Hay gran probabilidad de que surjan. Pueden ser de grandes valores o menores. En definitiva, aparecen casi todos los días. De deudas pequeñas a grandes que no eran tenidas en cuenta. Hoy nuestro problema es lo económico, al margen de lo futbolístico que teníamos y que Bermúdez está trabajando muy bien.
—¿Tuvieron alguna charla con los dirigentes salientes sobre algunas deudas que había o todo lo que apareció fue sorpresivo?
—En época de campaña fuimos uno de los pocos que nos reunimos con la parte de la tesorería de la comisión saliente. Queríamos tener algo real sobre la situación financiera del club. Cuando arrancamos empezaron a saltar cosas que no nos comunicaron. Y seguramente seguirán apareciendo. Hoy las tenemos que afrontar de la mejor manera posible.
—La gente pide claridad, que se investigue qué cosas se hicieron bien, si las acciones fueron por error o a propósito. ¿Tienen presente esto y desean hacerlo?
—Por supuesto. Si hubo algo que se hizo por error o adrede nos debemos enterar todos. El club es de los socios. Nosotros antes de ser dirigentes somos socios y nos interesa el patrimonio de la entidad. Para eso se está realizando una auditoría y en veinte días estarán los resultados y se comunicará en asamblea.
—¿Qué ingreso de dinero tiene la entidad?
—Los tesoreros lo pueden decir con exactitud, pero no alcanza.
—¿Hay un déficit mensual entre ingresos y egresos?
—Es muy difícil evaluar eso si se mete todo. Mantener un plantel de primera es un número importante. Cuando traés un jugador con un sueldo bajo es una cosa y otra si es alto. Entonces no se puede sacar fácilmente la cuenta, sí al dejar de lado al plantel de la cuenta. Hoy Newell's tiene un plantel importante con siete nombres que llegaron. Es uno bastante más largo del que había en el anterior.
—¿Es decir, no escapa a la realidad de los clubes si se habla sólo de lo futbolístico que es deficitario?
—Sí, como todos. Por eso hay que entrar a desarrollar otro tipo de políticas para generar ingresos. Apuntamos a lograr eso con el departamento de marketing. Creemos que ahí empezaremos a hacer la diferencia en un club tan grande de donde surgieron muchos jugadores y el mejor del mundo (Messi) es hincha de Newell's. Cada vez vemos más actos del amor que tiene por la camiseta. Hoy Ñuls es conocido en el mundo y aprovecharemos eso.
—¿Arranca el torneo?
—Bermúdez dice: "La AFA es una anarquía total". Acá puede pasar cualquier cosa. Lo que creo es que el lunes debe haber una definición porque los equipos deben prepararse, sobre todo los que lo hacen de visitante. Estamos en una situación complicada.
—Todos los clubes votaron a favor de la superliga. ¿Qué lectura hacen a la distancia?
—La mayoría había apostado a eso porque se esperaban más ingresos. Hoy mientras tanto nos tenemos que arreglar con las migajas que hay. Es difícil proyectar porque se cambian las reglas de juego. La AFA hoy es un día a día, igual a lo que vivimos en el club.
—Van a debutar en el Coloso, en la segunda fecha, y vienen de vivir situaciones complejas por el tema de la barra, más allá de que parecería que estos últimos días hubo cierta calma. ¿Están pensando en ese inicio, en cómo afrontarlo?
—El presidente tomó cartas en el asunto en este tema y está manejando todo con el Ministerio de Seguridad de la provincia. Más allá de esta relativa tranquilidad no hay que olvidarse que hace dos semanas balearon la casa del secretario Claudio Martínez. Un hecho gravísimo. No nos podemos olvidar de eso. Lo manejamos con cautela porque estamos en una situación compleja.
—¿Hay temor no sólo de ustedes sino también del plantel?
—Los jugadores están tranquilos porque ven a una comisión que se encarga del tema y que está muy presente. Les transmitimos que ellos se desconecten de cualquier cosa que escuchen. Nosotros estamos para resolver estos problemas y ellos para jugar al fútbol.
—¿Ustedes están viviendo con cierta intranquilidad?
—Por supuesto, todos tenemos familia, una vida social que en este último tiempo la tuvimos que cambiar, tomar medidas de seguridad... Hoy hay temor en toda la sociedad, porque salís a la calle y no sabés si volvés. De hecho tuvimos una semana tremenda por los asesinatos. Es decir, no sólo hay que cuidarse de los violentos del fútbol si no de los delincuentes y asesinos que hay en la calle.
—Toda esta situación incide en el hincha, que hoy quizás pueda dudar de ir a la cancha.
—Sí, es entendible. Trabajamos junto a la Justicia todos los días para que el socio la primera fecha de local pueda venir a la cancha. Queremos transmitirle eso, que vengan porque se está haciendo todo para que la cancha esté colmada como siempre y sin violentos.
—¿Creés que se puede terminar con la barra?
—No es un tema fácil. Igualmente, es como preguntarse si se puede terminar con los delincuentes que roban y matan. Las barras bravas es similar a lo que pasa en la calle a diario. Es difícil, pero sí hay que combatirlas. Para eso necesitamos recursos y un fuerte apoyo del Estado, tanto provincial como nacional. El nacional todavía no brinda demasiado apoyo, sobre todo en nuestro caso porque no se han hecho presente.