Por el camino de la felicidad
Compartir con la familia o la pareja, ser optimistas y valorarse son prácticas que contribuyen a la
construcción de la salud emocional. Efectivamente, la necesidad de recuperar los afectos, la
convivencia y revalorizar el concepto de bienestar tanto o más que el cuidado de la salud física
fueron las conclusiones de un estudio latinoamericano efectuado en Argentina, Brasil, Colombia y
México.
18 de mayo 2008 · 01:00hs
Compartir con la familia o la pareja, ser optimistas y valorarse son prácticas
que contribuyen a la construcción de la salud emocional. Efectivamente, la necesidad de recuperar
los afectos, la convivencia y revalorizar el concepto de bienestar tanto o más que el cuidado de la
salud física fueron las conclusiones de un estudio latinoamericano efectuado en Argentina, Brasil,
Colombia y México.
"La salud emocional y la felicidad son antes que nada un proceso, un recorrido o
una trayectoria que se transita en relación con los otros", afirma el psiquiatra y psicoanalista
José Eduardo Abadi. "Se aprende, se enseña, se ejercita en el tiempo y en movimiento", agrega el
especialista consultado por el estudio.
La investigación surgió por una iniciativa de Coca Cola y fue realizada por la
consultora multincional Ipsos y BMC Innovation Company. Los resultados fueron analizados por un
grupo de especialistas de distintas áreas de la ciencia y la comunicación.
Los consultados coinciden en afirmar que la salud emocional es algo de lo que la
persona se puede apropiar porque se la vincula con una actitud positiva y con la realización de
acciones concretas, entre otras, pasar tiempo con los seres queridos, hacer lo que nos gusta y
disfrutar buenos momentos.
Si bien la mayoría de los latinoamericanos consultados considera que la salud
emocional es tan importante como la salud física, casi la mitad se ocupa poco o nada en
preservarla.
Pero, ¿qué es la salud emocional? Según el psiquiatra y psicoanalista José
Eduardo Abadi, autor del libro "De felicidad también se vive", el concepto de salud emocional,
bienestar o felicidad, "no es un opcional sino un indispensable", aunque reconoce que existe un
cierto escepticismo en torno a la posibilidad genuina de alcanzarla.
"Para lograr la felicidad humana posible deben tenerse en cuenta la estructura
del ser humano y cuáles son los caminos para alcanzarla. Quiénes somos en el mundo que vivimos y
qué podemos alcanzar con los recursos y potencialidades que tenemos y que todavía no hemos
desarrollado", resumió.
Abadi formó parte del grupo de profesionales que dio sustento teórico a la
investigación junto con Carmelo Vázquez, psiquiatra de la Universidad Complutense de Madrid;
Carolina Dell’Oro, filósofa chilena; Joao Curvo, médico brasilero; Fernanda Familiar,
escritora mejicana y Germán Retana, asesor de empresas.
"La felicidad no elude el conflicto y no nace por generación espontánea, hay que
quererla que es distinto a desearla", dice Abadi.
"No es para holgazanes, hay que buscarla activamente y no hace falta sufrir para
aprender a ser felices", dice finalmente el psicoanalista, aunque sí admite que son indispensables
la autonomía, el autoconocimiento y la jerarquización del placer.