Las mujeres argentinas consumen menos calcio del requerido para la salud ósea, exponiéndose al riesgo de sufrir osteoporosis. Si bien el requerimiento diario de calcio oscila entre 1.000 y 1.300 mg, la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud del año 2007 evidenció que el 94.3 por ciento de las mujeres argentinas de entre 10 y 49 años de edad ingieren en promedio solo 367 mg. Un tema que preocupa y que se puede resolver con un cambio de hábitos en la vida diaria.
La osteoporosis constituye un problema de salud pública en todo el mundo. Se calcula que entre el 30 y el 50 por ciento de las mujeres posmenopáusicas desarrollarán esta enfermedad, que se presenta a partir de la cuarta o quinta década de la vida y se prolonga en el tiempo. La misma se caracteriza por un aumento de la fragilidad del hueso y la susceptibilidad a fracturas.
"Varios estudios hechos en la Argentina en base a encuestas nutricionales han comprobado que hay una baja ingesta de calcio en la dieta de mujeres adultas, y también de niños escolares. Esto se da independientemente del nivel socioeconómico. La ingesta promedio es de medio gramo de calcio al día, cuando lo recomendable es de 1 a 1,5 gramo diario. Esto se consigue consumiendo 2 ó 3 porciones de productos lácteos diariamente. Si bien otros alimentos tienen calcio, es muy difícil llegar al nivel saludable de calcio en la dieta cuando no se incorporan los lácteos", dice el médico endocrinólogo rosarino, Ariel Sánchez, quien es consultor en Osteología.
Para Sánchez, la causa de esto debe buscarse en patrones culturales muy incorporados, que deberían ser modificados fundamentalmente mediante la educación de los niños y jóvenes, y campañas sanitarias de concientización.
Por su parte, el doctor Osvaldo Daniel Messina, jefe de Reumatología en el Hospital Cosme Argerich (Buenos Aires), explica que "el pico de masa ósea se obtiene alrededor de los 25 años de edad. A partir de ese momento, factores genéticos, nutricionales, endócrinos y mecánicos van determinando la pérdida lenta de la densidad del hueso por descalcificación. El proceso de pérdida ósea se incrementa en la deficiencia de estrógenos, producida a partir del ingreso de la mujer en la menopausia, carencia que altera la absorción intestinal del calcio y aumenta su eliminación renal, por lo que se aconseja una ingesta regular de calcio a partir de esa etapa de la vida para contrarrestar este déficit".
Actividad física. Paralelamente, se aconseja realizar ejercicio físico de acuerdo a las posibilidades de cada persona, ya que permite conservar un tono muscular adecuado y mejorar los reflejos, factores que disminuyen la probabilidad de caídas que predisponen a fracturas.
Otro elemento que juega un papel muy importante en la salud ósea, el rendimiento muscular, el equilibrio y el riesgo de caídas, es la vitamina D, que se forma en la piel por exposición a los rayos ultravioletas, y que regula los niveles adecuados de calcio y favorece una absorción intestinal apropiada.
Una carencia de vitamina D se ha asociado a un considerable aumento del riesgo de fracturas de cadera.
La National Osteoporosis Foundation (cuyas siglas son NOF) recomienda una ingesta de 800 a 1.000 unidades internacionales (UI) de vitamina D en adultos, lo que proporciona la concentración sérica deseada.
Prevención. Las Guías Argentinas para la prevención de la osteoporosis, además de la ingesta de calcio y la exposición solar para favorecer la síntesis cutánea de vitamina D, describen las siguientes recomendaciones:
• Estilo de vida adecuado desde la adolescencia a la edad adulta.
• Consumo de lácteos y alimentos fuentes de calcio.
•Evitar el tabaco y el alcohol.
• Exposición al sol un mínimo de 15 a 20 minutos 3 a 4 veces a la semana.
•Evitar el sedentarismo. Se aconseja un mínimo de 20 cuadras diarias de caminata, incrementando la intensidad y el tiempo según la condición física. El ejercicio mejora el equilibrio, evita la sarcopenia y reduce el riesgo de caídas. Se aconsejan medidas de prevención de caídas.
• Ingesta de calcio de al menos 1200 mg/día.
• Asegurar el aporte de 800 a 1200 UI de vitamina D.
• Buen aporte proteico (mínimo1 g/kp/d) y de otros nutrientes que contribuyan a la salud del hueso (vitaminas y minerales importantes en la salud ósea), provenientes de una alimentación adecuada o mediante la suplementación.
Todas medidas generales que ayudan a mantener forlacecidos los huesos y mejoran la calidad de vida de las mujeres. Si bien en la etapa de la menopausia y el embarazo la necesidad de calcio es mayor, en todas las etapas de la vida se requiere de este nutriente.
Ya desde la infancia es vital que los padres inculquen a sus hijos una dieta saludable con lácteos, verduras y alimentos naturales, entre otros nutrientes, para que así crezcan fuertes y se eviten problemas de salud a futuro.