Liliana Montenegro, la mujer de Zavalla que denunció haber sido despojada de sus mellizos tras haber dado a luz el 13 el julio en una clínica de Casilda, hizo una presentación en el Ministerio Público de la Acusación de esta ciudad para constituirse como querellante con el patrocinio de las abogadas santafesinas Lucila Puyol y María José Bonan, lo que será resuelto en el marco de una audiencia que se desarrollará mañana, a las 10.30. La defensa de los imputados anticipó que se opondría al no ser notificada en tiempo y forma.
De prosperar el pedido, la denunciante contará formalmente por primera vez con representación legal luego de la fugaz aparición del abogado Carlos Varela, quien se desvinculó tras patrocinarla por única vez cuando semanas atrás interpuso un escrito para solicitar ante Fiscalía la apelación de la libertad de los dos matrimonios casildenses imputados en el caso, como oportunamente publicó LaCapital.
Montenegro se mostró molesta por las valoraciones que ponen en duda su embarazo y ventiló algo que ya había manifestado en Fiscalía contra otro médico casildense, Roberto C, a quien no sólo sindicó como el profesional que le realizaba los controles ginecológicos cuando era llevada a "la quinta de Dante Binner, quien sólo miraba los papeles", sino de haberla atendido durante varios partos y hasta lo acusó de"haberse quedado con un varoncito" de otro parto gemelar.
Mientras tanto nada se sabe sobre la suerte que corrieron Aurora y Valentín luego de haber nacido hace casi tres meses en Casilda y ser sustraídos, según asegura su madre, aunque los abogados defensores de las personas involucradas en el misterioso hecho insisten con que nunca fue acreditado que la mujer estuvo embarazada.
Sin embargo, las fiscales Lorena Aronne y Marianela Luna iniciaron la investigación valiéndose de un informe del forense Germán Sánchez Caranicolis, quien al examinar el 18 de julio a Montenegro, cinco días después del supuesto alumbramiento, sostuvo que existían "signos indicativos de que (la denunciante) ha cursado un embarazo reciente", aunque pidió estudios complementarios que fueron realizados en agosto y no contradijeron la opinión inicial aunque sin poder determinarse la fecha de paro.
Controversia. La controversia en torno a la existencia o no del embarazo, lejos de cesar, se profundizó al punto que las fiscales pidieron, a fin de "disipar dudas", una junta médica en el Tribunal Superior Nº 1 de la ciudad de Córdoba que, según informaron oficialmente, corroboró el estado de gravidez de la mujer y un parto por vía vaginal, aunque los resultados fueron cuestionados por la defensa al "carecer de precisiones y rigurosidad científica", por lo que requirieron una ampliación que fue fijada recién para el 4 de diciembre, aseguraron fuentes consultadas por este diario.
Si bien había trascendido que la medida se realizaría a la brevedad, ocurrió lo contrario, por lo que Fiscalía no descartaría la posibilidad de solicitar un adelantamiento de la fecha. Cuando se concrete, los profesionales que integran el equipo interdisciplinario también tendrán en su poder documentación recientemente incorporada al expediente y, a diferencia del estudio anterior, la defensa presentará un perito médico de parte.
Dentro del flamante material incluso aparecen dos estudios de embarazo sub beta con resultados negativos que le fueron practicados a Montenegro en noviembre y diciembre, lo que podría o no influir en la decisión final. "Si se establece fehacientemente que no hubo embarazo, seguramente el caso tendrá un giro, de lo contrario, nada cambiará", confió a este cronista una fuente inobjetable.
En rigor, la investigación no reportó avances significativos y por estas horas lo más fuerte parece ser la mediatización del caso en medio de declaraciones cruzadas y especulaciones de todo tipo que poco contribuyen.
Pelloni y el Papa
La hermana Martha Pelloni, quien coordina a nivel nacional la Red Infancia Robada, reveló que le hizo llegar al Papa Francisco una carta para ponerlo al tanto del caso de los mellizos. “Dijo que no bajemos los brazos”, aseguró la religiosa tras contar que su misiva se la envió al sumo pontífice por medio de “un sacerdote amigo que acaba de concelebrar la misa” con él.
La monja, que llegó a hablar de una verdadera “mafia” en Santa Fe, sacude a los santafesinos con consideraciones que dividen las opiniones, más aún cuando su planteo no sólo apunta al caso de la sustracción de los mellizos recién nacidos, sino también a otros episodios similares que se habrían registrado en la zona.
En esa misma dirección la Agrupación Hijos interpuso hace un tiempo, como dio cuenta este medio, una presentación en los Tribunales Federales de Rosario para que el caso en cuestión pase a tal esfera judicial, lo que aún no fue resuelto. El pedido se fundamenta en una serie de presuntos delitos entre lo que aparece la sustracción de identidad.