La revista científica Journal of Wound Care (Inglaterra), referente en el mundo en el campo de la cicatrización de heridas, reconoció con dos premios el trabajo de un equipo de científicos argentinos que logró un dispositivo que permite crear piel a partir de células del propio paciente.Por el momento el hallazgo ha sido aprobado por el Incucai para investigar su eficacia en el cierre de heridas provocadas por úlceras venosas, pero los investigadores admiten que gracias a los avances en el campo de la ingeniería de tejidos es posible pensar en generar otros órganos, y en un futuro no muy lejano, soñar con la posibilidad de que las listas de esperas sean sólo un recuerdo.
Más habló con el médico Rubén Vellettaz, cirujano, flebólogo, coordinador del servicio de Flebología de la Clínica Colón de Mar del Plata e investigador principal del protocolo que dio origen al dispositivo dermo-epidémico denominado "ArtSkin", de Laboratorios Craveri, que ya se está probando en pacientes que sufren las consecuencias de lesiones ocasionadas por úlceras en las extremidades inferiores, frecuentes en personas de la tercera edad y diabéticos.
Lo que consiguieron los expertos en Bioingeniería de este laboratorio nacional ubicado en Caballito, Ciudad de Buenos Aires, no se había logrado antes, al menos no de ese modo. "En el mundo no hay implante autólogo (del propio paciente) que haya funcionado con la efectividad del que conseguimos nosotros; apenas con un pinchazo, logramos 20 centímetros de piel", reveló el profesional.
El médico destacó que los avances en Bioingeniería —un campo interdisciplinario que busca sustitutos viables de órganos o tejidos (vasos, cartílagos, huesos, músculos)— ya no son de ciencia ficción, y mencionó que podrían resolver en algún momento el gravísimo problema sanitario de la falta de donantes en la Argentina y en el mundo.
"En el mundo no existe un implante autólogo (con células del propio paciente) que haya funcionado con la efectividad del que consiguieron los argentinos"
En el caso de Craveri, lo que encontraron los científicos después de muchos años de trabajo, fue un sustituto de piel biológico formado por dos capas: la epidérmica y la dérmica. El dispositivo que se prepara especialmente con piel del paciente permite ir sellando aquellas heridas de las piernas que no mejoran con tratamiento convencional. "Las úlceras crónicas son un problema serio que causa dolor, infecciones e invalidez en muchas personas. Las de los miembros inferiores son las más habituales y comprenden las úlceras venosas, las úlceras arteriales y las diabéticas", comentó el especialista, quien agregó que en casos severos las úlceras pueden provocar la amputación de miembros.
"Son muy frecuentes y se las considera una complicación de salud de jerarquía. Podemos decir que, dependiendo del acceso a la salud de la población, en algunos sectores se trata de una epidemia. Se las ve más en mujeres y hay un cierto componente hereditario. Hay familias donde las úlceras venosas son más frecuentes", explicó, dando cuenta de la importancia del hallazgo que podría revertir buena parte del problema en poblaciones de alto riesgo, por la edad y porque padecen en general otras enfermedades que complican su calidad de vida.
Habitualmente, estas heridas abiertas son tratadas por un flebólogo, un médico clínico, un gerontólogo (si se trata de un anciano), pero también requieren la asistencia de un infectólogo, kinesiólogo y diabetólogo cuando el origen es justamente la diabetes. "Se requiere de un equipo importante de especialistas para abordarlas y obviamente no todas las personas tienen acceso a esto. Son terapias largas que muchas veces conllevan fracasos. Por eso, conseguir un dispositivo que de una manera relativamente sencilla mejore o solucione la úlcera es un avance extraordinario", manifestó Vellettaz.
En el mercado internacional existen dispositivos que reemplazan piel para estas heridas pero están basados en la utilización de células homólogas que pueden generar rechazo. "En este caso lo que hacemos es un reemplazo a medida del paciente; cultivamos, mediante un procedimiento bastante simple para la persona, la piel propia para extenderla en las áreas que sean necesarias para cicatrizar heridas, a modo de un injerto", señaló el flebólogo, quien advirtió que por el momento el descubrimiento no sirve para grandes superficies, como por ejemplo las de un quemado. "Desde que tomamos la muestra hasta que se hace el proceso y se logra el pedazo de piel que necesitamos para la úlcera pasan 10 a 25 días; ese es un tiempo que no se tiene en una persona que ha sufrido un accidente grave por quemaduras, aunque no descarto que pueda lograrse en algún momento", dijo.
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Miembros inferiores. Las lesiones por úlceras son frecuentes en mujeres y en personas con diabetes o de la tercera edad.
¿Cómo funciona?
Las úlceras de los miembros inferiores se produce por un defecto de tejido, una falta de piel; los tratamientos clásicos se basan en productos generados en laboratorios, pero a partir de células que no son de la propia persona. "En cambio, nosotros, con una biopsia de la piel del paciente afectado, algunos pelos y sangre, sintetizamos su propia piel y la cultivamos", detalló Vellettaz.
"De esta forma el producto no tiene rechazo, y se evitan enormes complicaciones". El médico mencionó: "Al ser producido por la ingeniería de tejidos es inteligente, es decir que se adapta a la necesidad de esa persona en cuanto al tipo de lesión que tiene y sus características y las necesidades de vascularización, por ejemplo".
"La conciencia es lo que le da sentido a todo lo que nos rodea. Sin ella, nada tendría valor"
Para colocar el dispositivo es preciso que trabaje un especialista y existe un cuidadoso protocolo. El paciente, además, debe cumplir ciertos requisitos, como sucede con cualquier tipo de implante o trasplante de tejido u órgano. "Además, la persona debe seguir siendo tratada mientras estamos cultivando la piel y se la prepara especialmente para recibir el dispositivo", destacó el médico.
Como en todo estudio, ya que aún no está el producto en el mercado, existen varias fases. La etapa preclínica es la que ha logrado los dos reconocimientos en Inglaterra. "Fue un proceso muy pero muy complejo. Trabajamos con cerdos y ratones especiales y finalmente se comprobó su eficacia. No teníamos rechazo, la calidad del tejido era muy buena, no mutaba en algo maligno y era excelente la capacidad de reparación de la piel del paciente; la minuciosa investigación y la calidad de la misma mereció que nos premiaran", dijo el flebólogo.
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Cultivar la piel. Es un proceso que lleva unos 20 días desde que se toma una pequeña muestra al paciente.
Vellettaz explicó que ya hay 25 experiencias en seres humanos con las que están obteniendo buenas respuestas. "Estamos en este estudio piloto y somos muy optimistas al punto que hemos obtenido la aprobación de Incucai para realizar la investigación clínica". Agregó que "hemos pasado todos los análisis del comité de ética y en tres o cuatro meses creemos que el producto puede estar disponible para un estudio multicéntrico y en no más de un año deberíamos obtenerlo para ser lanzado al mercado", mencionó.
Dijo además que " la idea es ofrecer un beneficio para la comunidad; sin dudas no va a tener los precios de un procedimiento como en los Estados Unidos, donde estos injertos son muy caros. Nuestro mayor desafío es llegar a toda la población".
"La verdad es un orgullo producir la primera piel que se logra con un pinchazo y tres pelos y a partir de allí cultivar un injerto de 20 centímetros", expresó con entusiasmo el médico.
"Cuando empezamos esto, gracias al talento de Laura Correa, principal biotecnóloga del laboratorio, y su equipo, se veía como algo de ciencia ficción, era imposible sintetizar tu piel en veinte días en forma artificial y hoy es un hecho. En algunos años, el futuro de la medicina en esta área traerá sin dudas grandes avances y sorpresas. Con el desarrollo de todo lo relacionado a células madre podemos pensar en algún momento en sintetizar órganos y salvar vidas pero con un agregado espectacular: no generará rechazos por ser del propio paciente y se evitará la inmunosupresión. Es un sueño que hay que perseguir también desde la Argentina", remarcó el flebólogo.
Genética
Laboratorios Craveri trabaja en distintas áreas pero se especializa en Ingeniería de Tejidos. Buscan, entre otros problemas, resolver la escasez de donantes de órganos y tejidos.
En el 2001 la división Bioingeniería de esta empresa nacional extendió su área de investigación incorporando el sector de Terapia Génica para investigar y generar productos utilizando sistemas de transferencia de genes como tratamiento en enfermedades humanas. Las investigaciones están orientadas a obtener sustitutos biológicos, modificados genéticamente, para la liberación de proteínas terapéuticas.