La radioterapia intraoperatoria se practica por primera vez en la Argentina, en una institución de Rosario. Es una técnica que minimiza la agresividad y el tiempo de los tratamientos para cáncer de mama. Quiénes pueden utilizarla
Francisco Guillen
La radioterapia intraoperatoria se practica por primera vez en la Argentina, en una institución de Rosario. Es una técnica que minimiza la agresividad y el tiempo de los tratamientos para cáncer de mama. Quiénes pueden utilizarla
"La tecnología es muy importante pero la clave está en quiénes la manejan". Con esa frase, el mastólogo Lisandro Benítez Gil y el radioterapeuta Luis Reñé resumen la importancia de contar con un equipo de profesionales capacitados para manejar, en este caso, una novedad en la Argentina en el tratamiento de cáncer de mama: la radioterapia intraoperatoria.
Si bien la técnica tiene más de una década en Europa —se creó en Milán, Italia— por distintos motivos no había sido aplicada en nuestro país. "La inversión es grande y además se necesita que mastólogos y radioterapeutas radiólogos trabajen en forma mancomunada, algo que no siempre es sencillo", explican los especialistas.
Una vez tomada la decisión de contar con esta nueva técnica de tratamiento, el Centro de Radioterapia, dirigido por el doctor Juan B. Reñé, decidió construir un quirófano y montar un Acelerador Lineal en su sede de Crespo al 900. La institución médica tiene un vínculo histórico con el Centro de Mastología de Rosario (Cema) —pioneros en el país en terapias para tratar el cáncer de mama como la cirugía conservadora (que intentan preservar la mama todo lo posible)— donde trabaja Benítez Gil. "El Cema está cumpliendo 40 años. Y el centro de radioterapia tiene casi el mismo tiempo de trayectoria. Compartimos una filosofía en cómo abordar la salud y el bienestar de los pacientes y eso fue muy importante a la hora de decidir encarar esto juntos", reflexiona Reñé, quien menciona que el proyecto fue pensado para que sea abierto a la comunidad médica.
¿De qué se trata? "Lo primero que hay que explicar es que para abordar el cáncer de mama lo que hacemos de manera convencional es, ante todo, quitar la enfermedad del seno. Después algunas pacientes continúan con aplicación de radioterapia durante dos meses y/o con hormonoterapia o quimioterapia. Eso es lo clásico. En el caso de la radioterapia intraoperatoria hacemos la aplicación de los rayos durante la cirugía, en el mismo momento. En ese acto quirúrgico realizamos dos tratamientos: resección y radioterapia", relata Benítez Gil, quien se capacitó en Italia en el Instituto Europeo de Oncología, inventores de la técnica.
"Al aplicar los rayos de este modo, cuando estamos operando a la paciente, somos tan precisos que disminuimos la cantidad de tejido que se irradia, concentramos mucho la aplicación en el exacto lugar del tumor, podemos hacerlo con dosis más altas y evitamos tocar tejidos sensibles. Y por supuesto, la persona no tendrá que concurrir en forma diaria durante unas siete semanas a recibir sesiones diarias de rayos una vez operada", detalla el mastólogo.
Los médicos explicaron que la cirugía en sí sólo se prolonga unos 20 minutos, comparada con la tradicional. Y que se logra un control de calidad de la aplicación de los rayos "muy interesante".
Los profesionales mencionaron que están trabajando con dos protocolos diferentes. El primero, que ya está en marcha, es hacer el tratamiento completo de radioterapia en una sola sesión durante la cirugía. "Lo practicamos en mujeres de más de 50 o 60 años con tumores chicos y con un buen pronóstico general. Esto representa el 25 por ciento de las mujeres. Son las que no van a tener que hacer radioterapia luego de la cirugía". El otro protocolo es más abarcativo en cuanto a cantidad de pacientes pero "probablemente estas mujeres precisen, además de la radioterapia intraoperatoria, hacer radioterapia externa poscirugía, aunque un tratamiento más corto que el tradicional...Tal vez sólo deban venir una semana, o quince días. El tiempo se reduce de todos modos", señala Reñé.
"Creemos que acortando los tiempos del tratamiento, algo que con esta técnica se logra, también tenemos mejores resultados", destacan los médicos.
En un principio, dicen, no hay paciente a las que se deje afuera de la posibilidad de evaluarla para la radioterapia intraoperatoria. "Hay muy pocos casos en los que se decide que no es aplicable por condiciones particulares del tumor o de la paciente", por ejemplo en las lesiones muy extensas, o con células particulares", mencionan los especialistas.
Benítez Gil comenta que aún se siguen viendo pacientes que llegan a la consulta con tumores de gran tamaño. "Por una cuestión de acceso a la salud en general lo vemos más en el hospital público, pero en el sector privado también sucede". De allí que el médico insiste con las recomendaciones para diagnosticar el cáncer de mama en forma precoz: autoexamen ("nadie conoce las mamas como la propia mujer"), controles anuales con el ginecólogo, mamografías anuales a partir de los 40 años y hasta el fin de la vida y en los casos en los que hay antecedentes familiares de cáncer de mama en mujeres jóvenes adelantar las primeras mamografías. "Las mujeres tienen que saber que cuando el tumor es pequeño las chances de cura con altísimas y las opciones terapéuticas como la radioterapia intraoperatoria hacen que los tratamientos sean cortos y menos agresivos", dijo el mastólogo.
Florencia O´Keeffe